Si formalizar un contrato de suministro eléctrico para consumo doméstico ya es bastante complejo, hacerlo para dar servicio a 299 municipios de la provincia, entre ellos Aranda de Duero, y a todos los edificios de la Diputación, en total más de 3.000 puntos de luz, es un auténtico galimatías cuya solución solo está al alcance de los técnicos de la institución provincial y los representantes de las eléctricas que aspiran a firmar un contrato para dos años que sale en 22,5 millones de euros y con impuestos en 27.

Una de las curiosidades de este proceso de licitación es que las tres compañías eléctricas que han presentado ofertas, Iberdrola, Endesa y Nexus, lo han hecho incurriendo en lo que se denomina bajas temerarias. Pero no menos curioso es que en esa situación se encuentre una compañía, Iberdrola, que hace unos meses solicitó a la Diputación un incremento del 20% en el precio del suministro, argumentando que perdía 2 millones de euros por el aumento del precio de la luz.

Al no ser atendida esa exigencia renunció continuar con el contrato y esa situación llevó a la institución provincial a «activar un prórroga obligatoria de nueve meses» para que esta empresa siga prestando, lo está haciendo.

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