Hace ahora un año que el rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, anunció la colocación de placas solares en todos los edificios del campus salvo en el Hospital del Rey por su protección patrimonial. Se trata de una de las líneas estratégicas del Plan de Sostenibilidad, aprobado el pasado mes de noviembre con el objetivo de impulsar la eficiencia energética y reducir la factura de la luz, que supera los 800.000 euros por ejercicio. Para conseguir materializar esta actuación, la institución académica ha sacado a concurso público un contrato de alquiler mixto, por valor de 2,4 millones y por el cual la empresa que resulte adjudicataria se ocupará del coste de la instalación y de su mantenimiento durante 10 años, momento en que pasará a ser propiedad de la UBU.
Entre las condiciones recogidas figura que la academia local pagará a la compañía un «precio pactado», además de que «la energía consumida por los centros será al menos el 75% de la producida, debiéndose cumplir que los excedentes de producción de todas las instalaciones no exceda del 25% del total», tal y como se contempla en el pliego de cláusulas técnicas. Para alcanzar estos objetivos, «el 25% de su consumo eléctrico se generará en régimen de autoconsumo».
Son ocho los inmuebles de los distintos campus los que contarán con paneles fotovoltaicos, cuya potencia oscilará entre el 1,1 y 1,3 megavatios. Se trata del edificio A de la Escuela Politécnica Superior del Vena y del D de la de la Milanera, así como las facultades de Educación, Económicas, Ciencias de la Salud y Humanidades y Comunicación (Hospital Militar), Ciencias, la biblioteca, y Administración y Servicios, junto al Hospital del Rey.
Cuatro candidatas. El concurso se encuentra avanzado, ya que el plazo de presentación de ofertas finalizó el pasado 17 de julio, habiendo concurrido al mismo cuatro compañías: Endesa X Servicios, Infraestructuras y Servicios Servitria, Gestión de Recursos y Soluciones Empresariales Solartia e Integral de Montajes Metálicos. La apertura de propuestas económicas se realizará el 12 de septiembre, siendo este criterio el que mayor puntuación recoge el pliego del procedimiento. En lo que se refiere al plazo de ejecución, se ha establecido en dieciocho meses.
El presupuesto de licitación ha sido calculado «a tanto alzado» por parte de la Oficina Técnica de la institución, según los precios de mercado para este tipo de instalaciones, tal y como recogen las bases administrativas, mientras que al finalizar los 10 años, estimados desde 2025, la instalación fotovoltaica pasará a ser propiedad de la institución y se integrará como parte de su patrimonio. De igual forma, justifica que el hecho de que dure más de 5 años corresponde al «periodo necesario de recuperación de las inversiones relacionadas con el contrato mediante los ahorros obtenidos durante la gestión y explotación de la planta». Con esta actuación, la UBU reducirá su factura de luz, al tiempo que la adjudicataria podrá disponer del «sobrante» de producción, según explican fuentes académicas.