La AVT carga contra Sánchez y pide la dimisión de Marlaska

EFE
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La Asociación hace hincapié en el grave impacto psicológico en las víctimas que suponen los acercamientos masivos de etarras a cárceles del País Vasco y los actos de homenaje cuando salen de prisión

La presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, interviene junto a la presidenta de Honor de la AVT, Ángeles Pedraza (i) - Foto: Carlos Lujan

La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, ha pedido este sábado memoria y justicia para este colectivo y ha criticado que se permitan actos de homenaje a etarras que salen de la cárcel y que se acerquen masivamente presos de ETA a prisiones del País Vasco, ya que esto causa un profundo dolor.

Así lo ha dicho en su discurso en el tradicional acto celebrado en el Parque de El Retiro con motivo del decimonoveno aniversario de la mayor masacre terrorista en Europa, los atentados del 11-M, en el que fallecieron 192 personas y resultaron heridas más de 1.800.

Al acto, en el que se han depositado flores en el Bosque del Recuerdo y se han soltado globos blancos, han asistido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida; la delegada del Gobierno, Mercedes González; el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y los miembros de Vox Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith, entre otros.

La presidenta de la AVT, Maite Araluce, ha leído un manifiesto en el que ha insistido en que las víctimas tienen "el derecho a la verdad, la memoria, la dignidad y la justicia", y esto supone dejar claro a la sociedad "quiénes son los malos y quiénes somos los buenos, quienes mataron y quienes pusimos los muertos".

Por eso ha criticado que se permitan actos de homenaje a etarras que salen de la cárcel, lo que causa un grave impacto psicológico en las víctimas. "No podemos permitir que se siga humillando a las víctimas del terrorismo exaltado la figura de asesinos cuando salen de la cárcel o cuando son las fiestas de un pueblo", ha subrayado.

Asimismo ha puesto de relieve que en los últimos tiempos han sido trasladados 204 etarras a cárceles del País Vasco y Navarra, lo que también causa un hondo dolor a las víctimas, cuando además cumplir el objetivo legal de resocializar a los presos "no implica necesariamente que sea cerca de su casa".

"No creemos en reinserciones interesadas a cambio de beneficios, ni peticiones de perdón de formulario", ha dicho la presidenta de la AVT, que ha defendido que "no hay arrepentimiento sincero, verdadero arrepentimiento, sin colaboración con la justicia".

La presidenta de la AVT ha abogado por llegar a tener "una justicia efectiva, sin especulaciones ni falsas expectativas que supongan una nueva victimización".

Durante su discurso se ha referido al último atentado yihadista, ocurrido en Algeciras (Cádiz), ha tenido un recuerdo para la víctima mortal y ha demandado que se elabore y cumpla un protocolo en caso de atentado terrorista.

Por su parte, la presidenta de Honor de la AVT, Ángeles Pedraza, ha dicho que hoy es un día de recuerdo pero también "para concienciarnos y comprometernos de que el terrorismo es una amenaza viva a la que tenemos que combatir sin ambages y sin cálculos electoralistas".

"Un día como hoy, en el que conmemoramos el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, es más necesario que nunca reivindicar la necesidad de un liderazgo político fuerte", ha dicho, y ha exigido la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por ser "el peor" que ha habido.

Este sábado Madrid ha sido escenario de diferentes actos de recuerdo a las víctimas de aquel 11-M en el que murieron 193 personas de 17 nacionalidades distintas: 34 en el tren que explotó en la estación de Atocha; 63 a su paso por la calle Téllez; 65 en el de la estación del Pozo; 14 en la de Santa Eugenia y 16 en diferentes hospitales, la última de ellas, en 2014, tras permanecer en coma diez años.

A estas se sumó el policía del GEO Francisco Javier Torronteras tres semanas después, el 3 de abril de 2004, como resultado de las heridas sufridas cuando siete miembros del comando yihadista autor de la masacre se suicidaron utilizando los explosivos que almacenaban en un piso de Leganés (Madrid).