Cabreos desde primera hora del día

L.N. / Fuentecén
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En varios tramos de la N-122, a su paso por la Ribera, los conductores se desesperan ante los continuos parones

Un operario organiza el tráfico en sentido único alternativo en Fuentecén. - Foto: Roger Roque

Verano de obras, atascos y desesperación. Es el panorama al que se enfrentan vecinos y visitantes de las localidades de la Ribera del Duero por las que atraviesa la Nacional 122. Con los trabajos de rehabilitación del firme de esta carretera en pleno apogeo, los cabreos se suceden desde primera hora de la mañana. Que si nadie avisa de qué tramos se ven afectados cada día. Que si se forman retenciones durante toda la jornada. Que si falta coordinación y ha habido algún que otro susto. Que si sólo hay un operario ondeando un banderín rojo unos metros antes de llegar al punto en el que los vehículos tienen que parar de manera obligatoria porque las obras han provocado el corte del otro carril... Y, entre tanto, no faltan reniegos por parte de unos conductores resignados que no dudan en lanzarlos en voz alta.     

Son las quejas que más repiten quienes circulan por la N-122 a su paso por Fuentecén, donde estos días trabajan los empleados de la empresa adjudicataria. «En una nacional con semejante volumen de tráfico, a cinco minutos que te tienen parado, imagínate el atasco que se forma», lamenta un conductor, mientras otro defiende:«Esto no es más que un parche, lo que hace falta es que construyan ya la autovía. Ni más ni menos».

Los trabajos avanzan por tramos. Arrancaron en dos puntos: Aranda y Nava, salvo la travesía del pueblo. Luego se dirigieron a Fuentelisendo y ya están en Fuentecén. Después continuarán por Haza y Castrillo de la Vega. Por si fuera poco, el panorama se complica más si cabe al coincidir con la siega y el consiguiente ir y venir de tractores y cosechadoras.