Flaviaugusta, una sociedad bien estructurada y rica

DB
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Los restos de pinturas murales encontrados en la edificación que el equipo ha denominado 'La casa de las flores' por el equipo de arqueólogos de Esperanza Martín delatan que los vecinos de la ciudad romana tenían una buena posición económica

Campaña de excavación en Flaviaugusta, en Poza de la Sal. - Foto: S.F.L.

El equipo arqueológico y de restauración que trabaja en el yacimiento romano de Flaviaugusta, en Poza de la Sal, está actualmente realizando labores de limpieza y de estudio de los restos de frescos murales encontrados en la campaña del pasado verano. Unas labores de investigación que Esperanza Martín, arqueóloga responsable de las campañas, la restauradora Lucía Anta, y Manu Gil, presidente de la Asociación Cerro Milagro, impulsora de este proyecto, compartieron con los asistentes a la charla celebrada el pasado 22 de abril en el Auditorio Martín de la Fuente.

«Podemos empezar a ver el pueblo romano que vivió en Poza como una sociedad bien estructurada y posiblemente con un alto poder adquisitivo», adelanta Martín. Eso parecen delatar al menos los restos de pinturas murales encontrados en la edificación que el equipo ha denominado 'La casa de las flores', por la cantidad de restos de pinturas murales con motivos decorativos florales que salieron a la luz la pasada campaña.

Se trata de pinturas al fresco profusamente decoradas y muy bien conservadas gracias al adobe del que estaban hechas las paredes de la vivienda. En algún momento esos muros se derrumbaron hacia el interior y crearon por encima de los restos de las pinturas una capa de adobe que ha contribuido a su buena conservación.

«Son piezas de gran calidad pictórica, con motivos abstractos y, sobre todo, florales, en las que incluso se notan los pases de pincel de la persona que los pintó. Los colores utilizados son vibrantes, muy al estilo de lo que les gustaba a los romanos. Y pese a que las flores son recurrentes en lo que a decoración pictórica se refiere, lo que no es habitual es que toda una estancia esté decorada con estos motivos», destaca Martín.

Hasta la fecha se han recuperado unos 1.200 fragmentos y «actualmente se excava sobre una superficie de unos 20 metros cuadrados de superficie», compartieron las expertas. Fragmentos cuyos motivos decorativos hacen pensar que se trata de un encargo femenino, por las características pictóricas, que hasta el momento se ciñen a motivos florales, estética que puede identificarse con gustos femeninos en el mundo antiguo. Una de las realidades hacia las que apuntan estos restos de pintura mural es que estaban en una casa habitada por personas con alto poder adquisitivo. «En esa época quienes hacían estos trabajos eran pintores ambulantes que solían viajar en grupo, y no todo el mundo podía permitirse pagar esos servicios», puntualiza Martín. Además, en el caso de esta casa de Flaviaugusta, «por lo que hemos observado hasta el momento, en las pinturas se aprecian diferentes técnicas bien ejecutadas: fresco, falso fresco y esgrafiado», añade Anta, la restauradora.

De hecho, es bastante probable que, en general, quienes vivían en esta ciudad (al menos en la parte inspeccionada con georradar y en la zona excavada) eran romanos ricos. «Se han encontrado materiales civiles y militares de gran calidad e, incluso, de diferentes lugares de Europa, como sigillata de la Galia o material lítico de la Tarraconense. No todo el mundo tenía el poder adquisitivo necesario para hacerse con esos materiales». También el tamaño que el georradar muestra que tuvieron sus termas hacen pensar que se trata de un asentamiento de altas posibilidades económicas. No en vano, en aquella época, el hecho de tener agua y sal suponía tener asegurada la preservación de alimentos, por lo que esta zona tuvo que ser extraordinariamente rica.

Flaviaugusta fue un asentamiento romano cuyo apogeo parece poder establecerse en torno a la II y III centuria; y actualmente el último momento de vida constatado se establece en el año 347, en la época del emperador Constante. «Este entorno es una zona de gran riqueza arqueológica porque hubo asentamientos humanos prácticamente continuos desde el Paleolítico hasta la actualidad», puntualizó la arqueóloga.