La captura de palomas aumenta un 40%, hasta las 2.700 al año

C.M. / Burgos
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La Brigada de Control de Plagas se encarga de mantener a raya la población para evitar que causen molestias y provoquen problemas de salubridad

La captura de palomas aumenta un 40%, hasta las 2.700 al año - Foto: Luis López Araico

La presencia de palomas en la ciudad provoca importantes daños en el mobiliario urbano, en las fachadas de edificios, especialmente en los históricos, o en los negocios particulares a pie de calle debido a que sus excrementos tienen una gran capacidad de corrosión, a lo que se añaden problemas de salubridad.

El Servicio de Sanidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento trata de controlar su población para que no se resulte molesta. Su captura ha aumentado un 40% hasta alcanzar los 2.700 ejemplares al año.La mayoría de las actuaciones son a petición ciudadana pero también hay zonas de la ciudad que son recurrentes debido a que hay personas que las alimentan o edificios en ruina que son usados por estas aves para resguardarse. 

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, las principales zonas de la ciudad en las que se capturaron estos animales fueron el parque Félix Rodríguez de la Fuente, Reyes Católicos, el G-3, el paseo del Espolón, Capitanía, la barriada Inmaculada, La Puebla, las plazas de la Libertad, la Flora, Mayor, Virgen del Manzano, De la Libertad o Pedro Maldonado, así como las calles San Lesmes, Málaga, San Agustín, Averroes o Diego Luis de San Vitores. El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, subraya el aumento de la paloma torcaz, más esquiva que la bravía y cuyo control es «más complicado». De hecho, está previsto desarrollar próximamente un plan para frenar su proliferación. 

Las capturas se realizan a lo largo de todo el año. El servicio de control de plagas cuenta con dos operarios aunque no solo se dedican a capturar las palomas sino a trabajos de desinfección de edificios públicos y desratización de la vía pública. El sistema principal para atraparlas es el de la red impulsada mecánicamente tras cebar a las aves durante un periodo aproximado de 10 a 15 días. Cuando los animales están confiados, los operarios lanzan la red y las atrapan. En otras ocasiones se usan jaulas autónomas de captura pero solo en casos puntales. 

Desde el Ayuntamiento hacen un llamamiento a los ciudadanos para que no les den comida y evitar así concentraciones en un determinado emplazamiento.

La brigada de control de plagas también se encarga de los roedores, población se ha reducido, así como también de las cucarachas, especialmente la conocida como cucaracha negra, normalmente asociada a la presencia de materia orgánica en descomposición. «La cantidad de insecticida empleado, asociado a la aplicación de desinfectante ha disminuido respecto a años anteriores gracias al mantenimiento de la salubridad», añadió.

Finalmente, también existe un plan anual de captura, esterilización y suelta de gatos con el objetivo de mantener controladas a las colonias y evitar así su proliferación. En lo que llevamos de año se han esterilizado un total de 73 animales frente a los 164 del año pasado o los 125 de 2021.