Alumnos del Artesano instalan puntos de recarga eléctrica

B.G.R. / Burgos
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El proyecto está enmarcado dentro del programa Aula-Empresa de la Junta y busca concienciar sobre las nuevas formas de movilidad en el centro

Profesores y estudiantes de cuatro ciclos han estado implicados en esta iniciativa. - Foto: DB

La movilidad sostenible ha sido uno de los temas presentes en las aulas de Formación Profesional del colegio Santa María la Nueva y San José Artesano durante el curso pasado. Con la financiación de la Consejería de Educación a través del programa Aula-Empresa, alumnos de distintos ciclos de grado medio y superior han desarrollado un proyecto que ha permitido la instalación de un punto de recarga eléctrica para vehículos y patinetes en las instalaciones del centro con el fin de que sea utilizados tanto por estudiantes como por profesores.

Bajo el título de Solar Car, la iniciativa implicó a distintas familias profesionales para poder «llevar a buen término» una idea que, desde el puntos de vista técnico, «resultaba compleja», explica el responsable de FP del centro, José Antonio Vaquerizo. Así, han participado en su desarrollo docentes y jóvenes matriculados en Telecomunicaciones, Instalaciones Eléctricas y Automáticas, Electricidad y Electrónica, y Fabricación y Montaje, cuyo «sobreesfuerzo» ha permitido materializar la instalación, además de suponer «un plus en su formación y, por tanto, poder aumentar sus posibilidades de inserción laboral».

Para conseguir el objetivo, se comenzó con distintas actividades trasversales tales como ponencias, seminarios y visitas a empresas con estos sistemas ya en funcionamiento. No obstante, Vaquerizo explica que el grueso del proyecto ha consistido en montar la propia instalación «para poder generar, almacenar, convertir y suministrar la energía solar desde el punto de generación hasta el de recarga». 

El coordinador de Formación Profesional del colegio detalla las características del sistema que han posibilitado su puesta en funcionamiento. En este sentido, hace referencia a la colocación de placas fotovoltaicas, encargadas de transformar la radiación solar en electricidad en corriente continua; baterías de almacenamiento; instalación de un dispositivo que permitiera convertir la energía acumulada en corriente continua y luego en alterna, que es la que se suministra al vehículo, y el montaje del punto de recarga. Además de la implicación de alumnos y profesores, el centro ha contado con la colaboración de empresas del sector como Norsol o Soelca, «con las que hemos trabajado todo el curso y sin las que hubiese sido posible lograr el objetivo inicial».

La intención del proyecto pasa por concienciar sobre la implantación de nuevas formas de movilidad y fomentar la sostenibilidad.  Está enmarcado dentro de las líneas de I+D+i y Aprender de las Empresas del programa Aula-Empresa, con el que se busca mejorar la calidad de la formación y la empleabilidad con una mayor vinculación entre centros y compañías.