Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


¿Y si sí?

10/04/2023

Según publicaba este periódico la semana pasada, el Burgos CF estaría a 15 puntos (o menos) de lograr meterse en la fase de ascenso a Primera División. Como es sabido, esta temporada hay furor futbolero en la ciudad: el equipo líder algunas jornadas, varios llenos en El Plantío, aficiones de ciudades de los alrededores petando las zonas de vermuteo del centro sábados y domingos, gente con camisetas, chándales o parafernalia del equipo por cada esquina… En suma, se nota el fútbol y resulta que, además, cabe la posibilidad de que el año culmine con la disputa del play off; vamos, que no es imposible. La pelea es con el Cartagena y el Albacete, ambos por encima, pero por poco, del equipo local y la cosa se resuelve en mes y pico. 

Uno no ha sido nunca especialmente futbolero, pero al final en la vida, al menos durante una temporada, se es de lo que son los hijos. Y el mío menor, a pesar de nuestras horas en museos de arte contemporáneo y matinés dominicales en conciertos de rock/pop indie para niños, ha salido ultrafutbolero, el que más. Tiene la suerte de haber encontrado una pasión que lo ilumina, enciende, divierte y emociona de una manera que uno piensa que eso debe de ser la vida. Mira fútbol, habla de fútbol, dibuja escudos de fútbol, elabora power points de jugadores y lo juega, suda y goza por más horas al día que la mayoría de los profesionales.

Y si, por un rebote o merecimientos (poco importa), el Burgos CF se mete en promoción, su corazón palpitará hasta dolerle el pecho, dormirá con la camiseta antes de los partidos y experimentará sensaciones que recordará tal vez para siempre. ¿Y si sí?, ¿y si en mayo, resulta que hay al menos dos partidos en los que él y otros tantos como él pueden disfrutar de esa emoción? ¿Y si pasan esos dos?, ¿por qué no? ¿Y si en los días largos y benévolos de junio se decide un ascenso en último minuto? Y ahí, en ese instante decisivo en el que el mundo se para y solo tiene importancia algo que en realidad no tiene ninguna, es donde puede que, de alguna manera, se encuentre eso que llaman felicidad. Para muchos desde luego que sí, yo conozco a uno. Ahí nos vemos.

Salud y alegría.