Los partidos de la oposición empiezan a trabajar en su propuesta de tasas e impuestos, que presentarán oficialmente ante el equipo de gobierno mirandés el próximo mes, y tanto el PP como Vox comparten algunas de sus medidas. El líder del principal grupo de la oposición, Sergio Montoya, explica que aún deben concretar la «cifra exacta» pero adelanta que pedirán una bajada del IBI en todas sus modalidades, ya que considera que «el dinero debe estar en el bolsillo de los ciudadanos para que generen actividad económica» y opina que «el gran subidón» que han sufrido las empresas resta competitividad al tejido industrial.
Por su parte, Miguel Ángel Arbaizar, apunta que «aunque es comprensible que se congelen algunas tasas, impuestos como el IBI deben llegar al mínimo posible». El único edil de Vox en Miranda comenta que «a veces dar un pequeño salto hacia atrás no es malo si sirve para impulsarte». Desde su punto de vista, «si bajamos los impuestos, se conseguirá atraer inversión y aumentará la población, de tal manera que el Ayuntamiento terminará aumentando sus ingresos», recalca.
Montoya concreta en mayor medida su iniciativa y también centra su mirada en otro impuesto que rasca los bolsillos de muchos mirandeses, el de vehículos. Según dice, la tasa en Miranda supera la de «más de la mitad de las capitales de provincia» y esta cuestión debe cambiar porque «al final tener un coche en esta ciudad se está convirtiendo en un artículo de lujo». Vox también es proclive a la reducción de este pago, aunque se desmarca del PP cuando su portavoz argumenta en este tema que «con la Agenda 2030 quieren penalizar la movilidad y todo lo que sea coartar la libertad, nunca lo vamos a apoyar».
En cualquier caso, los dos partidos que componen la oposición en Miranda claman cuando comparan la «mala» gestión de los servicios municipales con la «elevada presión fiscal» que sufren los mirandeses. El líder popular sostiene que, por ejemplo, no debería cobrarse el impuesto de «depuración en los lugares donde no se presta, como ocurre en Los Ángeles» y el de Vox recalca que «basta con mirar la limpieza, donde no se controla a la empresa si cumple el contrato, o el tema de la seguridad, porque no hay ni Policía Local, pero la culpa no es de los funcionarios, sino de quienes tienen que darles los medios suficientes».
Con todo, en materia fiscal las propuestas de ambos partidos guardan semejanzas, aunque su modelo de gestión preferido varía bastante. Mientras que desde el PP se defiende que «gobernar es priorizar en qué se gasta y no hace falta hacer recortes si se bajan los impuestos, sino generar más», ofreciendo «mejores» prestaciones, Arbaizar sí reconoce que eliminaría desembolsos del Ayuntamiento.
El número uno de Vox insiste, como ya hizo en la campaña electoral, en que debe «desterrarse el gasto ideológico y político». Así, aboga por eliminar la «Concejalía de Igualdad de Género, porque la Constitución ya garantiza que todos somos iguales» y sustituirla por una «de Familia» que reoriente el gasto.