El anterior vicealcalde, Vicente Marañón, podrá ser recordado por muchas cosas, como la de ser el ideólogo de Burgos Río, pero también por aquella decisión, muy criticada desde la oposición, de crearse un despacho en uno de los salones más codiciados del Fórum Evolución, que hasta la fecha se alquilaba a las empresas para la celebración de reuniones. A un precio, cabe hacer memoria, de 200 euros al día. No se puede decir que reinara el lujo en el mobiliario (la mesa que estrenó el entonces líder municipal de Cs, venía a ser reutilizada), pero no es menos cierto que por sus amplias dimensiones y por sus excelentes vistas a la Catedral tampoco se puede decir que fuera un espacio de trabajo modesto. Menos aún en comparación con los despachos, en algunos casos austeros hasta el extremo, de sus compañeros en el equipo de Gobierno.
Marañón, que llegó a llevarse a su despacho un telescopio y que quiso mejorar la apariencia de su oficina de trabajo con una fotografía de los Reyes de España y viejas banderas que dormían el sueño de los almacenes municipales, está ahora apartado de la política municipal y este espacio a regresado al 'mercado'.
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