Adiós al 'padre' de varias generaciones

L.N. / Aranda
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Aranda llora a Julio López, fundador de Clunia Teatro de Cámara, promotor de Cine Club Duero y, ante todo, un querido maestro

El pianista Mario López dedicó una melodía a su padre en el acto de despedida celebrado en la Casa de Cultura. - Foto: Roger Roque

Luto en Aranda de Duero por la muerte de Julio López Laguna, fundador de Clunia Teatro de Cámara, promotor de Cine Club Duero y, sobre todo y por encima de todo, un referente en el mundo de las artes escénicas que ha marcado a multitud de generaciones en la capital ribereña. Con su fallecimiento, a los 87 años de edad, la ciudad pierde a uno de los mayores dinamizadores culturales que ha tenido, junto con su pareja Isabel, con la que formaba una «ecuación perfecta», como aseguró ayer Mario, su hijo, en el acto de despedida que le dedicaron en el que fue SU escenario, la Casa de Cultura. Hasta el auditorio se trasladaron multitud de vecinos que quisieron darle un último adiós y, muy especialmente, agradecerle el camino que abrió a tantos y tantos jóvenes con una forma de hacer teatro que quienes le conocían definieron como innovadora, transgresora y libre. 

Y es que la cultura arandina de las últimas décadas resulta casi imposible de entender sin la figura de Julio López, «un agitador cultural en todas las facetas», como expresó Javier Cobo, presidente de Cine Club Duero. Después, varios actores que crecieron bajo la tutela de López se armaron de valor para subirse al escenario y dedicarle poemas y anécdotas. Ahí estaba, por ejemplo, Jesús de las Heras, que aseguró que Julio e Isabel crearon «más que una escuela de actores» y se animó, incluso, a recrear el 'reencuentro' en el más allá entre Julio López y Ángel Herranz, el querido y conocido como 'El Alforjillas', fallecido en 2013. En esa simulación, despertó varias sonrisas, especialmente cuando pronunció la frase de «Julio, toda la vida ateo, y te mueres el día de la Virgen».

Después llegó el turno de Juncal, que escogió una poesía de la película Cuatro bodas y un funeral y se centró en la parte que reza así:«Después de esto, por oscuro que parezca, nos enseñaste que siempre vendrán cosas nuevas». También Pilar agradeció a López que se cruzase en su camino y le enseñara a amar la cultura «como nadie». Mientras, Borja definió a López como su «padre artístico» y «un luchador por el arte y la libertad que arriesgó muchas veces su amor y su amistad». Acto seguido, su hijo Mario López, reconocido pianista, le dedicó  «una pequeña melodía» a quien catalogó como un soñador, un utópico, alguien que consiguió sus logros a base de tesón y convicción. Unas palabras similares empleó Javier Ajenjo, director de Sonorama, tras recordar que López fue el primer socio de honor de Art de Troya: «Se va un soñador, pero nos deja sus sueños cumplidos y muchos deberes por hacer».

Cerró el acto el alcalde de Aranda, Antonio Linaje, que también fue alumno de Isabel en el instituto y no dudó en asegurar que «Julio fue muy importante para mí y para todas las generaciones que hoy estamos aquí. Ha sido un referente para todos nosotros», concluyó.