La estación de tren de Briviesca recupera a los estudiantes

S.F.L. / Burgos
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En un año el número de usuarios ha pasado de 10.200 a 16.300, la mayoría atraídos por la gratuidad de los abonos de media distancia. Los jóvenes eligen este medio para trasladarse por ser más «rápido y cómodo» que los buses

Los jóvenes que estudian en Valladolid disponen de un tren directo desde Briviesca pero no de un autobús. - Foto: S.F.L.

El transporte ferroviario gana por segundo año consecutivo usuarios en Briviesca y las líneas que comunican la localidad con Burgos, Madrid, Miranda de Ebro y Vitoria han experimentado un importante incremento de viajeros en el último año, pasando de los 10.200 de 2022 a los 16.300 de 2023. Según los datos facilitados por Renfe la gratuidad de los «abonos de media distancia» para viajar en tren tienen una «influencia clara» en el crecimiento, especialmente notable entre los más jóvenes.

Las cuatro frecuencias existentes entre la capital de provincia y la ciudad vasca con parada en el municipio burebano, y los 20 euros de costes que les supone utilizar este medio cada cuatro meses para trasladarse a los centros educativos han animado a un porcentaje significativo de estudiantes a dejar de lado el coche o el autobús. En el caso de Ana Beatriz da Silva los cambios le favorecen.  Acude a diario a Burgos en horario de tarde y coge el tren de las 14.04. En 28 minutos se presenta en la estación Rosa Manzano y luego se dirige al instituto en bus urbano. Aun así, gana tiempo. También comodidad por la «rapidez y los espacios porque son mucho más amplios», comenta. A las 21.43 regresa a casa.

Hasta Valladolid viaja María Ramírez los domingos después de disfrutar del fin de semana en la capital burebana junto a su familia y amigos. Es de las usuarias habituales a pesar de que la diferencia de tiempo que se ahorra es mínima. Aun así opta por el tren por los «precios» y porque se «ahorra» una escala en Burgos. Si bien, asegura que resulta «bastante habitual» que los convoyes arrastren atrasos de unos 10 o 15 minutos, o que en alguna ocasión realicen «paradas raras en medio de la nada», aunque para la briviescana no suponga un problema. Junto a ella, una amiga viajará por primera vez a Madrid por vía en vez de carretera. «Todavía no puedo adelantar si el cambio de transporte me beneficiará o no», declara.

Las ventajas implementadas por un lado las suprimieron por otro, y en el caso de la estación de Briviesca la taquilla física continua cerrada. El tiempo que le lleva a José Antonio -que acude habitualmente a recoger a su hermana a las instalaciones- comprar un billete en las agencias de viajes o en la oficina de Correos no le compensa. Por internet ni lo intenta. Las «nuevas tecnologías» no las domina y si surge un viaje a Burgos, conduce.

Desde la empresa de transporte ferroviario manifiestan que las instalaciones cuentan con un «punto de atención personal remota» a través del sistema ARES, operativo desde hace meses, que ofrece un servicio para adquisición boletos mediante una máquina. Existe la opción de que un operador atienda de forma personal a los usuarios a los que les surjan complicaciones a la hora de ejecutar la compra, y aunque la compañía anunció que contrataría personal para ofrecer información y vender pasajes en la taquilla, el compromiso, finalmente, no lo cumplió.

Frecuencias. Los viajeros interesados en realizar un desplazamiento disponen de cuatro alternativas hacia ambas direcciones. Para dirigirse a Burgos de lunes a sábado hay disponibilidad a las 07.50, 08.32, 14.04 y 16.46 horas; y para viajar hasta Miranda o Vitoria a las 08.56, 13.48, 17.20 y 22.11. Los domingos tan solo hay tres combinaciones a la capital de provincia a las 13.55, 16.46 y 18.13 horas y tres hacia el País Vasco a las 13.48, 17.20 y 22.11.