El Castillo cierra sus puertas al público durante un año

I.L.H. / Burgos
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Dado que van a comenzar de manera inminente las obras de remodelación, la fortaleza permanecerá cerrada desde el lunes

La fortaleza permanecerá cerrada desde el lunes mientras duren las obras de remodelación en la zona. - Foto: Luis López Araico

Desde el lunes está cerrado al público el acceso al interior del Castillo dado que van a comenzar de manera inminente las obras de remodelación en esta zona. La intervención en la fortaleza tiene un presupuesto de 2,4 millones de euros y un plazo de ejecución de doce meses que acometerá Urcotex.

La actuación se llevará a cabo en base al proyecto Castillos en el Aire, ganador del concurso convocado por el Ayuntamiento y obra de AJO Taller de Arquitectura y AU Arquitectos, junto a Paleorama, Fabiola Monzón y Carlos León, entre otros. La recuperación de este entorno junto al cerro de San Miguel, uno de los proyectos estrella de Ciudadanos en el bipartito, supone sacarle partido a todas sus fortalezas: poner en valor los pocos elementos históricos que se conservan, recuperar espacios como el palacio de Alfonso X que existía a principios del siglo XIX con recreaciones volumétricas, incorporar zonas atractivas para la visita y dotarlo de actividades que lo mantengan vivo y dinámico todo el año.

Con esa idea se creará un nuevo acceso por la zona sur (donde está la fuente) que permitirá al visitante recorrer el castillo entre murallas de manera libre y gratuita hasta la zona del aparcamiento (norte). Por otro lado, para la visita de pago -que será circular- y las actividades se entrará por el actual acceso.

Una vez dentro destacará la recreación volumétrica del palacio de Alfonso X y también los dos nuevos pabellones pensados para exposiciones y actividades. En el primero se contará la historia de la fortaleza y en el segundo habrá una proyección para los visitantes.

En el patio de armas (zona central) se recreará la batería de Napoleón, el conjunto de piezas de artillería dispuestas para hacer fuego.  Y se potenciarán los aljibes, galerías subterráneas y el pozo que ya existen, además del propio cerro que conserva intacto un campo de batalla del siglo XIX.

El plan turístico-cultural se rige por criterios de sostenibilidad, rentabilidad, acceso a la ciudadanía, actividades de carácter experiencial para cada tipo de público y accesibilidad.