Ayer mismo en Bruselas el presidente de la Junta de Castilla y León, el señor Fernández Mañueco, presumía de que su gobierno «cuida y refuerza de manera constante su talento a través del pilar de la educación» y hace el esfuerzo de mantener colegios abiertos con tan solo tres alumnos. Sin embargo, se olvida nuestro presidente de cómo Educación juega con el dinero ajeno y siempre pagan las empresas privadas. Ya sucedió el pasado curso, cuando asfixió a las guarderías privadas durante meses en los que retrasó el pago de lo correspondiente a la educación gratuita que recibían los niños de 2 a 3 años. Los centros de educación infantil de Las Merindades alzaron la voz y contaron la pesadilla que estaban sufriendo prácticamente sin ingresos.

Ahora, está sucediéndoles tres cuartos de lo mismo a las empresas que realizan el transporte de las rutas escolares. Tienen pendiente el cobro de sus servicios de noviembre, diciembre, enero y febrero... y vaya usted a saber qué ocurrirá en este mes de marzo. Porque ni ellos lo saben, ni esta servidora ha podido obtener más información al respecto que lo que hay es «algunas incidencias en la contratación de algunas rutas». Se olvidan los responsables de Educación del roto que supone llevar una empresa, trabajar de sol a sol y que cuatro meses después no te paguen. Desde la seguridad de sus empleos, parecen poco empáticos con la incertidumbre y la preocupación que puede conllevar a los empresarios y autónomos los impagos que protagonizaron el pasado curso con las guarderías y ahora con las empresas de transporte y taxis. Ylo digo  porque las respuestas que recibieron antes las guarderías ahora los transportistas carecen de concreción. Yuna empresa necesita hechos concretos y fundamentalmente que le paguen, no que la burocracia de la Administración la devore.