Los cambios que el Ministerio de Fomento está realizando en la carretera N-I, a su paso por la localidad de Calzada de Bureba, tienen muy preocupados a los propietarios de los cuatro negocios que operan en la zona desde hace décadas: un hostal, un taller mecánico y dos almacenes agrícolas que en conjunto dan empleo a una veintena de personas. Los responsables de estas empresas han remitido un escrito conjunto a Fomento denunciando que la anchura de la rotonda de Berzosa resulta «insuficiente» para que los vehículos pesados que vienen en dirección Burgos puedan girar.

«Es tal la estrechez que los tráilers, que son buena parte de nuestros clientes, tienen que invadir el carril contrario y arriesgarse a rozar las vallas y ya se empieza a notar que paran menos porque se lo ponen difícil», indican. El negocio más perjudicado de los cuatro es el hostal que emplea a siete personas y su propietario, Antonio García, teme que acabará cerrando el establecimiento si Fomento no corrige. «Desde que empezaron las obras he perdido más del 70% de mi negocio», apunta.

El nuevo trazado de la carretera poco tiene que ver con el que había hasta ahora. La N-I era un sencillo corredor y a ambos lados estaban los negocios. Los accesos eran fáciles y directos, sin complicación alguna. Ahora, dos rotondas demasiado estrechas para vehículos pesados, carriles de accesos y caminos auxiliares han modificado totalmente la zona. Para los propietarios de los cuatro negocios que han firmado el escrito a Fomento, la solución consistiría en crear y asfaltar un ramal de 350 metros cuadrados que uniera la vieja N-I y la nueva rotonda de Zuñeda.

Respuesta ministerial

Pero el Ministerio de Fomento no acepta la propuesta. Según un escrito remitido por la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Oriental a los dueños de los negocios de Calzada de Bureba, el giro necesario para acceder desde la rotonda de Berzosa «no ofrece dificultad alguna» aunque reconoce que «sí es necesario realizarlo a velocidad reducida». En cuanto a la petición del ramal de 350 metros, la Demarcación considera que es «innecesario» y «costoso» y además agrega que no cumpliría la normativa de carreteras al requerirse una distancia mínima de 1.200 metros entre los carriles de aceleración y deceleración ya construidos en la zona. El escrito de la Administración también recuerda que en febrero de 2004 hubo un periodo de información pública para examinar el proyecto y hacer las alegaciones oportunas y que en noviembre de ese mismo año, vistas todas las alegaciones, se aprobó definitivamente el proyecto de trazado.  

Obra casi acabada

Las obras en Calzada de Bureba se encuadran dentro del proyecto de acondicionamiento de la N-I que el Estado está ejecutando entre Monasterio de Rodilla y Cubo de Bureba. Esta actuación, que estará prácticamente acabada antes de que termine el año, incluye 10 pasos superiores, 2 inferiores y una pasarela y además un total de 10,8 kilómetros de vías de servicio y 36 de caminos agrícolas.