Más ruido que nueces por la visita merengue

I.M.L. / Aranda
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El emparejamiento de la Arandina con el Real Madrid en la Copa del Rey provoca un tímido efecto en las reservas de hoteles y restaurantes en la capital ribereña

A falta de entradas para el 6 de enero, los aficionados compran lotería del club. - Foto: I.M.L.

Con la emoción todavía en su punto álgido por la visita del Real Madrid al Estadio Juan Carlos Higuero para disputar un partido de dieciseisavos de la Copa del Rey contra la Arandina CF, la onda expansiva en el plano económico todavía no se deja notar en las calles de Aranda. Al menos en el ámbito comercial, donde los escaparates lucen sus decoraciones navideñas sin rastro del espíritu futbolero de la cita del 6 de enero, mientras que en hoteles y restaurantes están aún expectantes por si recibirán clientes atraídos por este partido histórico para una ciudad como la capital ribereña.

«Ya hemos recibido algunas llamadas para preguntar, pero poca cosa», apuntan en el asador Casa Jose María, mientras que en el restaurante El Ciprés aseguraban ayer que «ya hemos recibido tres llamadas». El resto de los asadores del casco histórico coinciden en que «no se ha notado nada», «aún no ha llamado nadie que venga a ver el partido» o «todavía es pronto». Eso sí, sobrevuela cierta incertidumbre en torno al lugar de celebración que está dejando las reservas en punto muerto. «Como se oye que puede que no se juegue en Aranda, todavía no hemos empezado a hacer reservas», confirmaban en uno de estos asadores. 

Nada más lejos de la realidad. Tanto el club como el Ayuntamiento están trabajando para que sea el Juan Carlos Higuero el escenario de este encuentro histórico para los blanquiazules. Buena prueba de ello es que la plantilla y el cuerpo técnico del Real Madrid ya han reservado un hotel para descansar y parte de la directiva está en contacto con un asador para comer ese día en Aranda. Si los merengues ya están reservando, los aficionados pueden estar tranquilos y hacer lo propio en Aranda.

Eso sí, si quieren pasar la noche de Reyes en la capital ribereña aún están a tiempo de hacerse con alguna de las habitaciones que hay libres. Cuando se agoten, tendrán que optar por establecimientos rurales en los alrededores, que todavía tienen espacio para ese fin de semana, el primero del año. 

Otra cosa será encontrar mesa en un asador. «Para las comidas del 6 de enero lo tenemos todo lleno», reconocían en el restaurante Aitana, y una respuesta casi idéntica daban en el resto del sector. «Es un día de mucha comida en familia y se llena con semanas de adelanto», remarcaban en el Hotel Aranda.

Eso sí, por lo que pregunta todo el mundo es por las entradas, para comprarlas o por si suena la flauta y se las regalan. En la oficina del club, a falta de tickets para el 6 de enero, quienes ayer se acercaban hasta allí compraban la lotería del club para el sorteo de Navidad. Por si vuelve a sonreírles la suerte.