Ha tenido que pasar medio año desde su petición en las Cortes de Castilla y León, con el respaldo unánime de los grupos políticos, para que la Consejería de Educación convocara a la comisión académica del Consejo de Universidades, órgano en el recayó el debate sobre la implantación del grado de Medicina en la Burgos y León. La reunión ha tenido lugar esta misma semana, bajo el más absoluto silencio tanto del departamento regional como de los Rectorados de los cuatro campus públicos de la región, sin que la UBU recibiera un 'no' categórico al respecto, pero tampoco la confirmación política de su puesta en marcha, aunque fuera en un horizonte más lejano del ejercicio académico 2024-2025 respecto al que se debatió la implantación de otras titulaciones superiores.
Pocos pronunciamientos ha tenido la Consejería en todo este tiempo, pese a las numerosas consultas realizadas por este periódico sin obtener respuesta alguna, consciente de los sucesivos procesos electorales; primero los comicios municipales y ahora el adelanto de las generales. Lo único que se conoció fue que reclamó a la UBU subsanar una primera solicitud de creación del grado remitida el pasado mes de enero, que después dio paso a la elaboración de una memoria completa en la que se estimó por primer vez el cálculo económico de una reivindicación histórica. Este pasaba por 7 millones de euros, de los cuales dos se reingresarían vía tasas académicas (de las más elevadas del catálogo), contemplándose 72 plazas.
Es en la cuestión monetaria donde Lucas centró su negativa inicial por cuanto su valoración para abrir una Facultad de Medicina triplica a la del Rectorado y la sitúa en 25 millones de euros. En este sentido, y según ha podido saber este periódico, se escudó en la falta de financiación, reclamando más fondos al Gobierno central para cumplir con lo que requiere la nueva Ley Orgánica de Universidades (LOSU), en vigor desde abril.
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Por otro lado, sin tener que pasar por el largo proceso que se está siguiendo con la Facultad de Medicina, la Universidad de Burgos recibió en la misma reunión del Consejo de Universidades una preautorización para implantar el doble grado de Matemáticas Aplicadas y Computación en el curso 2024-2025. Junto a este visto bueno inicial, también ha conseguido el de la puesta en marcha del máster de Ingeniería Biomédica y de un nuevo programa de doctorado, en este caso de Contabilidad.
La institución académica puso el foco en el título conjunto de Matemáticas y Computación el año pasado, cuando ya mantuvo las primeras conversaciones con la Junta al respecto, aunque la respuesta se ha dilatado en el tiempo, ya que inicialmente se esperaba para septiembre, pero manteniéndose su previsión de arranque. Amplió así una primera opción que manejaba, que solo incluía la carrera de ciencias puras, bajo el argumento de la demanda social existente y de formar un perfil de profesionales con conocimientos suficientes para acceder a infinidad de sectores.
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(Más información sobre ambos temas, en la edición impresa de este viernes de Diario de Burgos)