Dos equipos se solaparán este verano en el fondo del Pozo Azul

I.L.H. / Burgos
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Acudirá Jason Mallison, el espeleobuceador que lleva 20 años investigando la cueva. Unas semanas antes se sumergirá por su cuenta el suizo Pedro Balordi

Balordi (d) en la campaña de 2017. El año pasado fue por libre. - Foto: Patricia

Este verano Covanera estará muy transitada y no precisamente por turistas. En las inmediaciones del Pozo Azul habrá un gran trajín de espeleobuceadores, con dos equipos independientes que se sumergirán en las profundidades de la cueva para explorarla.

Primero lo hará el suizo Pedro Balordi, que conoce las dificultades de la expedición porque acudió por primera vez invitado por Jason Mallison, el espeleobuceador que lleva veinte años investigando la cueva y uno de los mayores expertos en rescate, ya que formó parte del equipo que consiguió salvar a los niños que quedaron atrapados en Tailandia en 2018. 

Balordi repitió por su cuenta el año pasado, pese a que Mallison le dijo que no pensaba entrar y le invitó a esperar a 2023. Esta circunstancia no ha creado buen ambiente entre los espeleobuceadores. El año pasado en una entrevista a este periódico Mallison criticaba la actitud del suizo, diciendo que «no es ético interferir en la exploración de otro equipo, aprovechando su trabajo para avanzar», dado que consiguieron superar la punta, como denominan al último extremo explorado.

El equipo de Balordi intentará superar la punta entre el sábado 29 de julio, cuando está previsto que se sumerja en la cueva, y el sábado 5 de agosto, que deberá salir. Antes, habrá preparado los campamentos para las paradas que requiere introducirse más allá de los 13 kilómetros bajando a profundidades de 80 metros.

Nada más acabar Balordi, un equipo de unas veinte personas integrado por españoles, ingleses y australianos se prepararán para hacer ese mismo recorrido. Al frente estará Jason Mallison y junto a él el australiano Richard Harris, quien fuera compañero de fatigas en el rescate de los niños tailandeses. «Mallison ha acudido este año a Australia para hacer alguna práctica de cara a esta campaña, pero Harris no ha estado nunca en el Pozo Azul», asegura Pedro González, que forma parte del equipo.

La campaña de este segunda exploración durará un mes, entre el 10 de agosto y el 10 de septiembre aproximadamente, sin fecha concreta para la entrada en la cueva, ya que dependerá de trabajo previo de los porteadores y el funcionamiento del material.

Muestras del vertido. El equipo de Mallison, por otro lado, se ha ofrecido y comprometido a recoger muestras en el interior de la cueva del vertido de nitritos que ha oscurecido el Pozo Azul. «Para nuestro trabajo solo afecta a la visibilidad porque el agua está ahora muy oscura y no sabemos cómo estará en agosto. Pero lo que me preocupa son los pequeños crustáceos y peces que viven a la entrada de la cueva. No sé si habrán sobrevivido», apunta González.

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