La Feria del Libro más callejera regresa a la primavera

ALMUDENA SANZ
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El encuentro se celebrará del 26 de mayo al 5 de junio, repetirá la instalación de las casetas en la Plaza Mayor y colocará dos carpas en los Cuatro Reyes para concentrar las actividades

La última cita se pospuso a octubre debido a la pandemia y cambió su tradicional ubicación en el paseo del Espolón por la principal ágora capitalina. - Foto: Jesús J. Matías

La pandemia obligó a la Feria del Libro a pegar un giro de guion. Nada nuevo bajo el sol. Tras una peculiar edición en los propios establecimientos en 2020, el año pasado consiguió, con muchos dedos cruzados y mucha madera tocada, acomodarse en la agenda, con algunos cambios, como su desarrollo en otoño y su instalación en la Plaza Mayor en vez de en el tradicional paseo del Espolón. El experimento salió redondo y se produjo sin sobresaltos. Pero, con la normalidad ya encarrilada, la Asociación Provincial de Libreros opta por volver a sus fechas habituales en primavera con una apuesta por una celebración con más carga en la calle. 

La 46 Feria del Libro se extenderá del 26 de mayo al 5 de junio, con lo que se gana un día más, igual que el año pasado. 

El presidente del gremio, Álvaro Manso, avanza que, como en la última edición, colocarán las casetas en la principal ágora capitalina, que completarán levantando dos carpas para actividades en la zona de los Cuatro Reyes del paseo del Espolón, con una decoración especial o una exposición callejera que una ambos emplazamientos. La idea es concentrar la acción en este rectángulo y evitar en lo posible la utilización de espacios en el Teatro Principal para que se note el ambiente de feria. 

«Queremos que todo esté más cerca y que también facilite el control a la organización. Nos mantenemos en la plaza porque nos fue muy bien en octubre. Aquí contaremos con un pequeño escenario al aire libre para algunas actividades, pero estas se concentrarán en las carpas, una más grande y otra más pequeña, y, si es necesario, usaremos el templete», comenta Manso, consciente de que el volumen de presentaciones probablemente obligue a tirar en alguna ocasión de las salas municipales, pero espera que sean contadas para que los libros siempre estén a mano de los lectores. 

Aún quedan tres meses para el estallido de esta fiesta del libro y la programación, que volverá a separarse entre la dirigida a adultos y la familiar, apenas está hilvanada, pero sí hay algunos detalles claros. 

Uno de ellos es la dedicación de un día al cómic, una jornada que exprima este género, con atención a toda la diversidad que ofrece, desde el clásico al manga, desde el histórico al infantil, a modo de radiografía de hacia dónde se dirige, y se realizará un especial hincapié en la literatura juvenil, un tramo de edad aún por conquistar. 

A estas novedades se unirán los encuentros con escritores de tirada nacional, firmas de autores locales, presentaciones de libros, colaboraciones con otros colectivos como la Asociación de Profesionales de Bibliotecas, y, por supuesto, el habitual descuento. 

Fiesta del 23 de abril. Antes de la más que tradicional Feria del Libro, la literatura se hará fuerte junto a la estatua de Carlos III el 23 de abril. El Día del Libro volverá a sacar a las librerías a la calle para festejar esta libresca jornada, tan asentada como la peregrinación a la campa de Villalar.