Los avances tecnológicos han llegado a algo tan tradicional como el sorteo especial de la Lotería de Navidad y las administraciones de Aranda lo están notando este año tanto en las peticiones de ventanilla como las que reciben a través de teléfono de toda España. La fiebre por la inteligencia artificial está provocando que una de las terminaciones más solicitadas sea el 95 y, en su defecto, el habitual 5. «Están prácticamente agotados», asegura Mayte Serrano, de La 3 de Aranda.
Todos los años, hay números que se agotan muy pronto porque tal o cual vidente ha pronosticado que será el agraciado el 22 de diciembre. Aunque estos pitonisos se suman a las redes sociales y publican sus visiones en vídeos de TikTok, la irrupción de la inteligencia artificial les ha eclipsado. «No sabemos de dónde ha salido, pero nos han pedido de todas partes el 11.117, hay hasta lista de espera por si nos sobra alguno», reconoce Serrano, además de esas dos terminaciones que, al parecer, salieron de la predicción de ChatGPT, que hizo un análisis estadístico de los 210 sorteos de Navidad que se han celebrado entre los años 1812 y 2022, apuntando a que el número con más posibilidades de salir era el 03.695. «Otra inteligencia artificial debió de decir que iba a acabar en 20, también está teniendo éxito esa terminación», añaden desde La 3 de Aranda, donde apuntan que otras terminaciones, como el 23 por el año en curso, «está agotada incluso en máquina». Pero eso suele pasar todos los sorteos de Navidad con el año de celebración.
Eso sí, lo que no ha cambiado ni con las nuevas tecnologías es la predilección de la gente por ciertos números. «Las terminaciones impares, 3, 5, 7, 9 y el 15 también se pide mucho, no sé porqué los clientes prefieren esos números antes que los pares», comenta José Manuel Tristán, de la administración nº 4 de Aranda, en plena plaza de Santa María. «Se nota que se acercan las fechas porque los turistas que pasan también se animan», apuntan desde un despacho lotero que comienza a tener colas más habituales que de costumbre.
Esas esperas para ser atendidos son sinónimo de que las ventas se aceleran, en un año en el que la ilusión por el Gordo ha subido algo. «Todavía nos queda el repunte, que suele ser hasta el 11 de diciembre o así, pero ya se nota que estamos vendiendo más que el año pasado», reconoce Mayte Serrano. En esta línea, Tristán coincide en que «está un pelín mejor que el año pasado y nos piden números desde todos los puntos de España».