Proyectos fantasma lastran el desarrollo municipal de Aranda

L.N. / Aranda
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El equipo de Gobierno se encuentra sin ningún avance en grandes iniciativas anunciadas a bombo y platillo en el pasado mandato como el ente de promoción, las ferias o la mercantil de vivienda

El Ayuntamiento de Aranda preveía desarrollar suelo. La última edición de Fiduero se remonta a 2019. Tampoco hay un ente de promoción industrial. - Foto: Valdivielso, ICAL y Jesús J. Matías

Una sociedad mercantil municipal para gestionar el futuro parque de viviendas de protección oficial, un ente de promoción industrial para atraer nuevas empresas a Aranda de Duero, una feria para dar a conocer los atractivos turísticos de todos los municipios que baña el río Duero, la remodelación del descuidado parque del General Gutiérrez... son sólo algunos de los 'proyectos fantasma' que se ha encontrado el equipo de gobierno formado por Sentir Aranda, Podemos-IU y Ciudadanos. Todos se anunciaron a bombo y platillo por la anterior Corporación, pero no hay ni rastro. Nada. Así lo confirma el concejal de Promoción Industrial, Juan Manuel Martín, quien asegura que en el caso de la feria Gastroduero, promocionada de manera insistente con motivo de la distinción de Aranda como ciudad europea del vino, sólo había «un nombre muy bonito y nada más». Es decir, «nada de trabajo desarrollado». Y eso que se aludió a dicho evento una y otra vez durante meses. «Por decirlo, vende mucho. Pero las carpetas estaban vacías, en blanco», se limita a apuntar Martín. 

Tras un par de años con el calendario ferial totalmente desangelado, la intención del actual concejal pasa por recuperar Fiduero y la feria del automóvil, además de seguir con la de Formación Profesional. De hecho, ya ha mantenido reuniones con los centros de cara a la próxima edición. En lo que respecta a Fiduero, Martín tiene previsto analizar con la asociación de empresarios, FAE-Asemar, «de qué forma podemos colaborar». Todavía no hay fechas definidas y «el día a día es una vorágine», que se agrava por la falta de personal en el área de Promoción y Turismo. 

En cuanto al ente de promoción industrial para atraer nuevas empresas a la capital ribereña, que se supone que iba a contar con una partida inicial de 40.000 euros en el Presupuesto de 2023, tal como avanzó el anterior responsable del Área de Iniciativas Empresariales, Polígonos Industriales y Fondos Públicos, Francisco Martín Hontoria, también parece haber quedado en agua de borrajas. «No sé nada», indica Martín, quien asegura haber empezado de cero en este ámbito y ya ha mantenido contactos con empresas y realizado presentaciones. Sus planes pasan, en primer lugar, por mejorar el mantenimiento de los polígonos industriales. «Es el principio de la atracción. Hay que tener una web en la que se informe del suelo industrial y avanzar en un plan estratégico de desarrollo industrial». A juicio de Martín, otro punto clave será acometer una expansión del polígono industrial Prado Marina. Sin salir de este departamento, tampoco ha prosperado el Espacio Subterráneo para emprendedores que se anunció en 2018 con el objetivo de retener talento. «Sonar suena bien, aunque por ahora sigue sin uso», según confirma el edil. 

En esta misma línea, el alcalde, Antonio Linaje, constata que «no nos han dejado nada preparado» en relación con la sociedad mercantil municipal que se pretendía crear para gestionar el futuro parque de VPO en Aranda, tal como había anunciado la anterior alcaldesa, Raquel González. En principio, y así se recoge en la agenda urbana, su plan era ofrecer y gestionar vivienda a precios asequibles. La lista de planes lanzados al aire se completa con la colocación de unas letras grandes con el nombre de Aranda que no llegó a materializarse, así como una ruta que visibilice las zarceras o la instalación de esculturas en las rotondas. De la promoción del suelo y el potencial industrial de Aranda en Alemania, a raíz del hermanamiento con la ciudad de Langen, tampoco ha habido más noticias. Mientras, el parque General Gutiérrez espera que las inversiones anunciadas pero no ejecutadas -la última de 300.000 euros en enero de 2022- se hagan realidad de una vez por todas.