El misterio del pueblo más rico de Burgos

ROBERTO E. MAESTRO / Pampliega
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Pampliega se alza como el municipio burgalés con más renta media por hogar, 71.987 euros, y dobla el dato de la capital. Los vecinos no se lo explican y demuestran tener un día a día de lo más normal. Susinos del Páramo y Villanueva de Argaño, detrás

Pampliega, Susinos y Villanueva de Argaño están en el oeste de la provincia de Burgos y viven de la agricultura. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Nada hace presagiar al caminar por las calles de Pampliega que aquí residen los más ricos de toda la provincia. Ni Ferraris por las calles ni grandes mansiones. Un típico pueblo burgalés con múltiples encantos como la iglesia, los restos de la muralla o un río que con el buen tiempo se abarrota de gente y de chapuzones, que a muchos les sonará su nombre gracias al rey visigodo Wamba, el personaje más ilustre. Hasta los propios vecinos se sorprenden de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) les sitúe como los que poseen una mayor renta media por hogar de Burgos. Un misterio aún sin resolver.

Elena Antón recoge las hojas que se acumulan delante de la puerta de su casa y expresa su asombro al conocer que en Pampliega la renta por hogar alcanza los 71.987 euros, el doble que en la capital burgalesa, con 35.323. «Yo como no soy rica... ¿pero así de bien estamos aquí?», bromea, mientras señala algunas casas en ruina. Aunque reconoce que algunos vecinos sí cuentan con tierras y varias propiedades, tiene dudas de que eso haga que esta localidad de la comarca del Arlanza -que roza con Odra-Pisuerga- conserve el dato más elevado. Desde el INE no pueden dar detalles de resultados particulares, pero sí confirman a este periódico que «no hay ningún error».

En el pueblo, con 286 empadronados, se puede vivir muy a gusto al disfrutar de un amplio abanico de servicios a la puerta de casa. Hay colegio, centro de salud, farmacia, banco, bares, tienda de alimentación, pescadería, carnicería... Entre semana se ve movimiento y ni el frío encierra en casa a la gente. Las compras, las labores de limpieza o el vermú marcan el día a día de este lugar lleno de trabajadores. Ni rastro de las grandes fortunas.

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