Otra tromba de 50 litros arrasa caminos en la Ribera

L.N.
-

Un par de casas de Pinilla Trasmonte y Santa María del Mercadillo se vieron afectadas por el diluvio. De hecho, en una se llegaron a acumular 20 centímetros de barro. Los agricultores temen que no nazca el girasol

La carretera de Pinilla Trasmonte quedó totalmente embarrada tras el diluvio. - Foto: R.A.

Llueve sobre mojado. Si el pedrisco de finales de abril golpeó de lleno al campo en las localidades de Pinilla Trasmonte y Santa María del Mercadillo, ahora una tromba de agua ha inundado multitud de tierras de cultivo y destrozado buena parte de los caminos. Según apuntan varios vecinos, en Pinilla Trasmonte cayeron 50 litros en poco menos de una hora. Mientras, en Santa María del Mercadillo se registraron en torno a 40 litros. 

«Estuvo una hora y pico lloviendo muy fuerte», relata Ramón Arribas, alcalde de Pinilla. El diluvio cayó con tal fuerza que en cuestión de poco tiempo la carretera que une este municipio con Oquillas «cogió medio metro de barro» y el agua se llegó a meter en una casa. 

Algo similar sucedió en la localidad vecina, a tan sólo seis kilómetros de distancia. José Luis y Ana se encontraban de viaje desde Barcelona en dirección a Santa María del Mercadillo para pasar unos días cuando, a la altura de Soria, su vecino Paco les llamó por teléfono para avisarles de que «muy probablemente» se les había metido agua en su casa. Así fue. En el interior se acumularon casi 20 centímetros de barro. «Ya nos dijeron que nos preparásemos para el susto. No esperábamos tanto», cuenta José Luis, quien pese a todo resta importancia al percance sufrido en su hogar al asegurar que «son cosas que pasan» y que «la naturaleza es así».

Por su parte, Paco detalla que la tromba que ha causado daños en el campo y, sobre todo, «ha destrozado» varios caminos ya que «el agua cayó con tal fuerza que ha arrastrado muchísima tierra». Incluso llegó a granizar. Según cuenta, aunque la tromba se produjo el jueves por la tarde, ayer por la mañana todavía había granizos en las cunetas hacia Espinosa de Cervera.

En principio, la peor parte se la llevarán las parcelas que han sembrado hace poco de girasol. Muchas han quedado inundadas y los agricultores temen que las pipas no nazcan. «Daremos parte al seguro y ya está», dice Paco, resignado, porque «nos tocó la granizada del día 29 de abril y ahora esta tromba». Vamos, que es una campaña para olvidar.

«Se salieron los arroyos». Por su parte, Abelardo Abejón, constata que en Pinilla Trasmonte también ha habido parcelas de girasol que casi dan por perdidas tras la tromba caída. «En las tierras que hacen ladera, el agua se llevó las pipas», indica, mientras precisa que «a los trigos les puede haber venido bien este agua». También a las cebadas, ya que algunas estaban retoñando. Ahora bien, todo ello teniendo en cuenta que el pedrisco de abril ya arrasó 852 hectáreas en la Ribera del Duero. Esta vez «se salieron los arroyos y en el coto el agua cruzaba de lado a lado de la carretera, había cuatro balsas considerables», zanja Abejón.