Urología del HUBU se ha comprometido a operar en la capital a todos los pacientes del Santos Reyes (Aranda) con cánceres propios de esta especialidad, cuyo déficit de médicos en la provincia se ha agudizado este verano y ha obligado a tomar medidas. Entre ellas destaca la derivación a Burgos de los pacientes oncológicos del hospital ribereño -por ahora, unas 50 personas- y, sobre todo, a causa de tumores de próstata y vejiga. En este último caso se trata de enfermos que, según distintas fuentes, llevan más tiempo en lista de espera y las gerencias de sendos hospitales públicos han llegado a un acuerdo para operarlos cuanto antes: los urólogos del HUBU quitarán los tumores en la capital, pero con el apoyo de anestesistas procedentes del Santos Reyes.
El resto de los enfermos oncológicos derivados desde el hospital de Aranda se integrarán en la lista de espera deUrología del HUBU y les operarán de acuerdo al criterio habitual de gestión de la demora, en función de la gravedad, y también de la disponibilidad de personal. Hay que tener en cuenta que hace tiempo que el Santos Reyes no cuenta con los tres urólogos que debería tener en plantilla (los efectivos oscilan ahora entre uno y dos), pero tampoco el servicio del HUBUestá al completo. De hecho, entre comisiones de servicio, bajas y reducciones de jornada ahora hay un déficit de algo más de cinco urólogos. Y a eso hay que añadir las vacaciones del resto del personal, no solo en Urología, sino en Anestesiología, que también vuelve a tener falta de especialistas.
Pero, en cualquier caso, el compromiso del servicio del HUBU es asumir lo que el Santos Reyes no puede hacer y, sobre todo, la patología que más urge, como es la oncológica. Así, si el complejo asistencial de Burgos llegó al verano con 344 cirugías acumuladas -casi las mismas que en mismas fechas del año pasado- ahora suma también las 52 del Santos Reyes, donde la situación ha empeorado de forma significativa con respecto al 2022. Y no tanto en número de operaciones pendientes (entonces 43 y ahora 52), como en la espera media, que se ha duplicado: de los 53 días que esperaba un paciente de Urología el pasado verano a los 106 que tiene que afrontar ahora. En el HUBU, el tiempo medio para entrar en quirófano bajó en el último año hasta los 103 días, pero habrá que ver cómo repercute la derivación de enfermos de Aranda, lo cual también conlleva más pacientes de Soria de los que los urólogos del HUBU ya tratan habitualmente.
Solo el Santiago Apóstol (Miranda) parece estar en mejor situación en la provincia, a juzgar por los datos de lista de espera de Urología: 58 operaciones pendientes, con una espera media global de 43 días, que es menos de mes y medio.
también en consultas. Los datos de los hospitales comarcales no pueden compararse con los del HUBU, cuyo volumen de pacientes es mucho más alto, pero sí entre ellos. Y, siempre según cifras oficiales de finales de junio (las últimas disponibles), el hospital de Miranda tiene una situación mucho más holgada que el Santos Reyes. Prueba de ello es que en La Ribera había a comienzos de verano 20 cirugías atascadas desde hace entre tres meses y un año (91 y 365 días), pero solo una en Miranda desde hace entre tres y seis meses. Desde hace más de medio año, nada.
De ahí que Sacyl haya considerado urgente dar una solución a la situación del Santos Reyes en Urología, al menos a las cirugías más urgentes, que siempre son las de los pacientes con cáncer. Otra cosa es durante cuánto tiempo se mantendrá la derivación para que estos pacientes sean operados en jornada ordinaria en el HUBU, dado que Urología ahora no hace peonadas por falta de personal.
Pero a esto se añade un refuerzo en las consultas del Santos Reyes, aunque no sistemático como sí se ha acordado con las cirugías. De hecho, por ahora se ha organizado con urólogos del HUBUque, una vez terminada su jornada en la capital y siempre que quieran hacerlo de forma voluntaria, acuden a Aranda para pasar consulta y dar apoyo al servicio del hospital ribereño. Un refuerzo justificado, de nuevo, por las cifras de lista de espera, que en el último año se ha disparado en el Santos Reyes, hasta el punto de que para una primera consulta había a finales de junio 527 personas pendientes. La diferencia con la espera registrada en el HUBUes de poco menos de un centenar, pero la demora media hasta que se entra en la consulta del especialista es mucho más alta que en el complejo asistencial: de 121 días frente a 25, siempre de media y según datos oficiales de la Consejería de Sanidad.