Música que alienta la fiesta

M.S.B. / Burgos
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La Banda Ciudad de Burgos nació en 1992 y desde entonces está presente en los actos principales: Himno a Burgos, recepción oficial, Ofrenda Floral, toros...

La Banda Ciudad de Burgos nació en 1992 y desde entonces está presente en los actos principales: Himno a Burgos, recepción oficial, Ofrenda Floral, toros... - Foto: Valdivielso

Definir música. ¿Cuánto tiempo y espacio tenemos? Imposible. La RAE ya nos da para leer y pensar un buen rato. Pero tampoco queremos ir por derroteros académicos. Música es emoción, sentimiento, alas, sueños, niebla, tormenta, sol, amanecer, abrazo... Y fiesta. 

¡Ahí queríamos llegar!

Las fiestas mayores burgalesas cuentan con varias 'melodías' imprescindibles, y una de ellas la porta con entusiasmo y profesionalidad la Banda Ciudad de Burgos, que lleva desde 1992 alegrando cuerpos y espíritus sampedreros y sampablistas, y también durante el resto del año con sus conciertos periódicos por San Lesmes, Semana Santa, verano, Santa Cecilia, Navidad...

A ellos acudimos para saber cuándo les podremos escuchar y sentir, cómo lo viven ellos desde dentro y cómo a lo largo de estas tres décadas han cambiado y aprendido de grandes maestros y compañeros, y han convivido con músicos de todas las edades y aspiraciones. Pero, por encima de todo y de todos, está ella. La música. Corre por sus venas. Forma parte de sus vidas. Muchos tienen carrera de conservatorio. Otros, además, cuentan en el pentagrama y en la clave de sol con su sustento y esmero laboral como profesores.

Como muestra, un botón. O mejor dicho, tres: Eugenio Núñez Rodríguez, cofundador y actual presidente de la Asociación Impulso Musical-Banda Ciudad de Burgos. Este docente fue también director de la Banda, toca el clarinete, el saxofón y el bombardino y, además, forma parte del grupo La Chistera Negra (otro clásico entrañable y bailón de las plazas burgalesas). Fernando Antolín es, igualmente, cofundador de la agrupación y toca el saxofón. Ana Mugarra, profesora de Música, lleva una década y se la oye con el clarinete. Sus dos hijos (Sergio, con el trombón en la foto) también disfrutan de esta actividad creativa y sensual en la Banda, que ha tenido a lo largo de su historia 8 presidentes y 8 directores. El último en llegar, y que será quien les dirija en los Sampedros'23, es Fernando Castelló Menéndez, que cogió la batuta a finales de mayo pasado.

Los 4 músicos anteriormente mentados y el resto (unos 45) estarán este sábado tocando ante el Arco de Santa María el concurrido y emotivo Himno a Burgos. De allí partirán rumbo al Palacio de la Isla para acompañar y amenizar la recepción oficial. No faltarán a ninguna corrida de toros ni a la colorista Ofrenda Floral ante la Catedral. Hasta hace unos años también estaban la tarde del pregón y del inicio de los Sampedros en la Plaza Mayor, así como en la Cabalgata que recorre la calle Vitoria desde Gamonal hasta el Cid.

Fernando Antolín rememora la ilusión reinante en los primeros conciertos, que con los años se ha ido amortiguando y reconvirtiendo en experiencia y calidad. La primera actuación pública la ofrecieron en la Residencia de Ancianos de la Diputación de Fuentes Blancas. De eso ya ha llovido, y él ha visto llegar y marchar a unos cuantos colegas por la Banda y ha pisado sus tres sedes: el Liceo Castilla, el colegio San Pablo y el antiguo convento de las Bernardas (Calzadas, 3), donde llevan desde 2010. Un espacio ideal, apuntan: céntrico, noble, exconservatorio y casa actual también de la Escuela Municipal de Música.

Ana Mugarra resalta el buen ambiente, las ganas de disfrutar y mejorar y el hecho de que se trata de una agrupación donde cuentan con cabida todas las generaciones, pues hay desde los catorce a los ochenta y pico años. Cada uno de los músicos tiene sus ocupaciones y preocupaciones, pero la música les relaja y les convoca a los ensayos todos los lunes y miércoles para cuando haya que dar la cara y la nota. O sea, estos días.

Eugenio Núñez es, además de un excelente músico que domina varios instrumentos y registros escénicos, una enciclopedia andante. Guarda datos y enseñanzas de todos los que le han precedido o dirigido. Afirma que se mantiene el número de miembros, al tiempo que recuerda cómo la Banda Ciudad de Burgos fue ocupando a lo largo de los años noventa el espacio musical público que con anterioridad llenaban las bandas militares. Le gustaría que su formación tuviera más actuaciones en la ciudad y lamenta que la Coral Ciudad de Burgos, nacida en 1995, acallara sus voces con la pandemia y no las haya vuelto a levantar.

Pero ni es lugar ni hay voluntad de poner aquí y ahora notas amargas. Por ello, los músicos de la Banda celebran la vida y la fiesta con sus instrumentos y sus emociones, y tienen la generosidad de compartirlas con todos. Esa comunión individual y colectiva es lo que también convierte a la música en unión, en salvavidas, en eternidad, en estrellas. En fiesta.