El aula especial de Miranda tiene más alumnos de los que caben

Ó.C. / Miranda
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Las ratios de cinco alumnos se han superado en Miranda, no se cuenta con el espacio suficiente y la previsión que tienen empeora aún más el escenario. En su reivindicación, los padres convocan una marcha y recogerán firmas

Imagen del pequeño edificio, integrado dentro del CEIP La Charca, donde está la educación especial en Miranda. - Foto: Ó.C.

La comunidad educativa y todos los grupos municipales respaldan la petición para que la Junta de Castilla y León construya un centro de educación especial en Miranda. La solicitud sube de nivel si hablan las familias, porque la demanda se convierte en clamor. Denuncian que la instalación actual, a la que denominan aula, ya supera su capacidad y remarcan que la previsión dibuja un escenario aún más complicado a la falta de espacio actual. La instalación está integrada en el CEIP La Charca y dispone de tres clases, que como mucho deberían de tener cinco alumnos, pero hay 19 matriculados. Aun así, esta semana la consejera de Educación, Rocío Lucas, ha negado en el Pleno de Las Cortes la nueva infraestructura, lo que «nos ha cabreado todavía más», explican varias madres. 

Por este motivo han decidido movilizarse, aunque la presidenta del AMPA, Elena San Segundo, indica que ya planificaban algunas acciones antes de las declaraciones de la responsable regional «porque la necesidad existe», recalca. En el calendario han marcado el día 3 de diciembre para una marcha desde el CEIP La Charca hasta el parque Antonio Machado. La cita coincide con el Día Internacional de la Discapacidad y cuenta con el respaldo del resto de colectivos de madres y padres de los colegios de la ciudad.

Además, esperan reunirse con la propia consejera «porque queremos que vea realmente cómo estamos», aclara San Segundo, que aleja la demanda de luchas políticas. A la cita, quieren llegar con el mayor respaldo popular, por lo que anuncian el inicio de una recogida de firmas. Conchi Silva se encarga de la redacción del manifiesto y destaca que tienen el apoyo del centro y que lo único que hacen es luchar para que sus hijos dispongan de «unas instalaciones dignas».

De hecho, SanSegundo recuerda que la Junta no considera al espacio al que acuden sus hijos como una escuela «sino que lo llama aula», apunta, aunque Burgos y Aranda sí que disponen de un centro, por lo que en la ciudad se siente un cierto agravio. En la actualidad, en Miranda hay dos clases con cinco alumnos y otra con seis, a lo que suman otro estudiante que está fuera temporalmente por un tema médico, «pero está matriculado y volverá», advierte. Además, este año hay otros dos casos que mezclan el centro especial con otro ordinario «y vienen dos veces por semana», puntualiza San Segundo.

La presidenta del AMPA recuerda que en esta instalación los alumnos pueden estar de los tres a los 21 años. «La mayor tiene 16», aclara, por lo que durante los próximos cursos la cifra puede incrementarse sin que haya sitio. Además, Silva matiza que uno de los nuevos alumnos entró fuera del periodo ordinario «y si ahora viene una familia con otro niño tienen que darle una plaza», añade. 

A los 19 matriculados actualmente en el aula especial, San Segundo añade a siete jóvenes que podrían beneficiarse de la nueva instalación. Se trata de los estudiantes de la clase de transición a la vida adulta instalada en el IES Montes Obarenes.

Esta dotación, según San Segundo, también está al límite y además agrega que «hay otros niños con capacidades diversas repartidos por los colegios, pero cuando pasen al instituto seguramente irán a esta clase y no tendrán espacio», lamenta. Con estos estudiantes, el número total que se podrían beneficiar del nuevo centro especial asciende a 26. Tanto Silva como San Segundo reparan en que la falta de zonas hace que las terapias y el resto de actividades no puedan desarrollarse con normalidad «porque no hay sitio, pero todavía puede empeorar», temen.

Esta petición tiene el respaldo de todos los grupos y una Junta de Portavoces en el Ayuntamiento ya se ha posicionado. Además, la petición está firmado por todos los centros públicos, los concertados, el equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Miranda y el servicio de Atención Temprana.