El trazo del destierro

ALMUDENA SANZ / Burgos
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Rachel Merino y Diego Alonso recrean la salida del Cid de tierras castellanas y el pasado pastoril de la zona en los muros de la pasarela del Crucero. Llevan trabajando un mes y esperan culminarlo esta semana

Rachel Merino y Diego Alonso ilustran el paso de las mesnadas por la ancha Castilla en el lado de la autovía. - Foto: Valdivielso

Cuenta el cantar que cuando el Cid comunicó a los suyos que el rey le daba nueve días para salir de su tierra y que cuántos lo acompañaban, Álvar Fáñez habló primero. 'Iremos todos con vos, Cid, por yermos y por poblados, nunca os fallaremos mientras estemos vivos y sanos; con vos gastaremos las mulas y los caballos, el dinero y el vestuario; siempre os serviremos como leales amigos y vasallos (según la versión del historiador Alberto Montaner)'. Esa decisión no impide al fiel caballero sentir aflicción por dejar atrás su casa. Ese pesar queda reflejado en una de las escenas que Rachel Merino y Diego Alonso recrean en los muros de la pasarela peatonal del Crucero. Más de 400 metros cuadrados, aproximadamente, de superficie total, dividida en varios paños. Una «pared muy loca» en la que cuentan de manera libre el Camino del Destierro, que pasa por la calle Carcedo. 

Los recovecos de la estructura se erigen como un desafío. Los dos artistas burgaleses lo aceptaron. Aunque sus bocetos iniciales se acercaban más a Juego de Tronos, los corrigieron con el asesoramiento del citado Montaner, a través del Consorcio del Camino del Cid, para pisar la Castilla del siglo XI. 

El amarillo de los campos castellanos se despliega como un hilo conductor que da uniformidad y luminosidad al conjunto. Sobre ese fondo afloran las escenas. La despedida del Cid y doña Jimena (las figuras humanas destacan en tonalidades moradas, también asociadas a Castilla). Las mesnadas cabalgando en medio de la meseta hacia el horizonte. El dolor en el rostro de Álvar Fáñez, «ya vale de esas masculinidades que pueden con todo, ellos también son humanos». O las hijas del que en buena hora nació absortas en ese adiós, en una representación principesca, lejos de la que las muestra desnudas y atadas a un árbol abandonadas por los infantes de Carrión. 

Las vistas han mejorado para los vecinos del Crucero y los automovilistas. Las vistas han mejorado para los vecinos del Crucero y los automovilistas. - Foto: Valdivielso

Quizás en su camino, los caballeros se toparon con rebaños de ovejas. Estas protagonizan el paño inferior de la pasarela que mira al barrio. Pastan en un verde prado solas, junto a sus corderitos, amamantando, adormiladas, lejanas, en escorzo... Todo un tratado pastoril. 

Merino y Alonso llevan trabajando todo el mes y esperan culminarlo esta semana. Se afanan con la última escena. Una en la que aparecen los cofres del Cid, sobre los que se posa una corneja, ¿buen o mal augurio?

La Concejalía de Juventud promueve y financia la intervención, que, según explica la edil, Estrella Paredes, atiende a una petición de los vecinos. Con la aprobación de la Demarcación de Carreteras, su propietaria, se sacó a licitación y se adjudicó a Doctor Crea, con un presupuesto de 17.000 euros. Esta actuación complementa la realizada por AC Muralismo hace cuatro años al otro lado de la autovía. Desde allí, una pared aún garabateada y sucia espera su momento. Otra batalla.