El nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, ha invitado a los muchos asistentes a la misa solemne por el 801 aniversario de la colocación de la primera piedra de la Catedral a seguir cuidando del templo y manteniéndolo vivo para la misión para la que fue creado, a pesar de los ocho siglos transcurridos desde entonces. "Nuestra sociedad es hoy muy diferente a la de 1221, pero la realidad a la que apuntan las agujas de esta santa Catedral no cambia jamás", ha señalado Auza desde el Altar Mayor, donde lo acompañaba el arzobispo, Mario Iceta; el emérito, Fidel Herráez; los obispos de Mondoñedo-Ferrol y Vitoria, Fernando García y Juan Carlos Elizalde, respectivamente; así como el obispo electo de Tarazona, Vicente Rebollo.

La nave central estaba al completo, así como parte de las laterales, en las que han colocado sillas y pantallas de gran tamaño para que los fieles pudieran seguir la celebración, que incluía temas de la misa compuesta para celebra el Año Jubilar, interpretados por la Capilla de Música de la Catedral de Bilbao. Entre los asistentes había autoridades civiles y militares, feligreses y peregrinos, que han aprovechado para asistir a una eucaristía especial.

La celebración religiosa oficial del VIII Centenario ha quedado clausurada esta mañana con la misa, pero el programa de actos continuará hasta finales de año.