Incluyen reptiles exóticos en el protocolo de mordeduras

F.L.D. / Burgos
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Un grupo de Urgencias ultima una guía para protocolizar la atención por picaduras de víbora ante el auge de mascotas

Ya se han producido los primeros avistamientos en la provincia. - Foto: DB

La meteorología lleva revuelta desde marzo, pero en las últimas semanas ya se han producido los primeros avistamientos de víboras en zonas de vegetación tanto en la capital como en la provincia. Al Hospital Universitario aún no ha llegado ninguna urgencia por mordedura de reptil, aunque los equipos médicos están preparados porque tarde o temprano se producirá alguna. En realidad, lo están desde hace muchos años. Una media de 20 accidentes ofídicos motivó que un grupo de sanitarios decidiesen crear un protocolo de actuación para atender a pacientes que los sufren. El grupo, capitaneado por Francisco Callado y Alejandro López, está ultimando una guía tan completa que incluye a especies exóticas ante el auge de personas que tienen reptiles de mascotas. 

El compendio será publicado de manera inminente por el Grupo de Trabajo para las Intoxicaciones de Animales y Plantas, en el que se integran profesionales de toxicología, cirugía plástica, pediatría, UCI pediátrica y farmacia. Después de cuatro años de investigación de casos y de diversos estudios en la materia, el protocolo busca unificar criterios a la hora de atender a pacientes con mordeduras de víboras en una de las provincias con más incidentes de este tipo, sino la que más. 

Así, el paciente comienza en un proceso de observación tras la primera exploración en la que ya se valora la gravedad de la mordedura. El grado 0 es cuando es seca; en el 1 hay un envenenamiento leve que requiere de unos cuidados más específicos; en el 2 se suministra un antídoto que cuesta del orden de 7.000 euros y que obliga a permanecer varios días hospitalizado. Hay un tercer grado, que es una intoxicación severa, pero estos casos no se han dado por el momento en Burgos. 

«Lo máximo que tuvimos el año pasado fue un grado 2B. Llegó con un edema bastante importante, pero en cuestión de hora y media ya estaba estable, aunque puede haber un dolor durante días. Es muy importante que cuando se produce la mordedura acudan al hospital lo antes posible», señala Alejandro López, quien advierte que la afección del veneno varía en función de la persona y del animal, pues no es lo mismo una víbora aspid que una hozicuda. «Hay también variables que marca la metaloproinasa por lo que come la serpiente. Por eso es clave el estudio y la observación de quienes tienen un accidente ofídico», reitera. 

Su afán por tener una guía lo más completa posible ha llevado a este grupo a realizar un mapeo de los lugares donde es más frecuente encontrarse víboras. Las Merindades es el lugar más común, pero también Fuentes Blancas y zonas con vegetación de entornos urbanos. Lejos de conformarse con especies autóctonas, han incluido algunas exóticas. «Hay personas que tienen serpientes que son naturales de latinoamérica, por ejemplo. Estamos en contacto con colectivos expertos para conocer un poco más sobre el veneno, antídotos y cómo actuar», apunta López. Asimismo, integran otros animales como arañas, alacranes o, incluso, murciélagos. No en vano, una mujer acudió al ser mordida por este último animal, que estaba escondido en el buzón. «Hay que tenerlo en cuenta porque pueden transmitir la rabia», indica Francisco Callado. 

Para completar toda esa información están en contacto con otros grupos, algunos internacionales. De hecho, está previsto que viajen a Costa Rica, donde están «los grandes expertos en la materia», para observar cómo trabajan en el tratamiento de las especies autóctonas de latinoamérica.