La hostelería arandina se prepara para el lleno en Navidad

I.M.L. / Aranda
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Los restaurantes confían en que la subida del precio del lechazo no afecte a su ocupación de cara a las jornadas festivas, aunque tendrán que ajustar los precios de los menús

Las cocinas de los restaurantes empiezan a preparar menús especiales. - Foto: Valdivielso

Los establecimientos hosteleros de la capital ribereña afrontan las últimas semanas del año con buenas perspectivas de cara a las jornadas festivas y los fines de semana de diciembre. La preparación de las cenas de empresa y las comidas familiares ha comenzado tarde pero con fuerza. «Si me llega a preguntar hace quince días, tendría la mitad de las reservas confirmadas», apunta Javier Yagüe, del hotel restaurante Tudanca, refrendando la costumbre en Aranda de esperar al mes de noviembre para comenzar a preparar los encuentros prenavideños alrededor de una mesa. 

Los más previsores suelen ser los grupos grandes, los de empresas que necesitan mayores comedores para dar cabida a sus empleados. «Los más grandes suelen ser los de GSK y los trabajadores del hospital, porque las otras dos grandes empresas, Michelin y Pascual, suelen hacer las cenas de empresa por talleres o grupos de trabajo», explica Yagüe por su experiencia. En establecimientos del centro de la ciudad, las reservas se limitan a empresas más pequeñas, grupos de amigos y, sobre todo, familias en los días festivos. «Ya empezamos a hacer reservas, hay gente que no se quiere quedar sin su mesa y, aunque falte más de un mes, ya han confirmado», reconoce José María Rubio, del asador Casa Jose María. 

Con la agenda en la mano, los días más solicitados son el viernes 15 y el sábado 16 para las cenas de empresa. «Tenemos ya 250 personas para cada uno de esos días», confirma Yagüe, que añade que también hay alguna reserva para los dos fines de semanas anteriores «pero menos», atendiendo a una variada tipología de clientes. «Tenemos desde grupos de 15 personas o menos hasta los de 200 comensales», especifica, aunque todavía no han lanzado la campaña de los menús de navidad para las familias.

En la cabeza de todos los hosteleros está el incremento de los precios, que temen que se va a agudizar de cara a las celebraciones navideñas. «Aún no hemos cerrado el menú, vamos a esperar un poco para ver cómo responde el mercado para fijar un precio que no suba mucho, pero con el que no perdamos dinero», reflexiona Rubio, que el año pasado tuvo el menú especial a 49 euros y que este año, estima, «tendremos que ponerlo alrededor de los 55». 

Los encargados de organizar estos menús especiales coinciden en que la subida del precio del lechazo, como plato estrella de la gastronomía arandina, no está frenando a la gente a la hora de celebrar los festejos navideños fuera de casa. «En los menús de las cenas de grupo no ponemos lechazo para los arandinos, que ya lo comen en otro momento, y en los menús para las familias lo ponemos como alternativa», remarca Yagüe la presencia de este plato en la oferta del hotel Tudanca. 

Otra cosa es en los asadores, donde el lechazo es imprescindible, aunque siempre hay otras opciones. «El lechazo está siempre ahí, pero la gente nos pide otras carnes y pescados, teniendo el horno podemos variar mucho la oferta», reconoce Rubio. Lo que están buscando los establecimientos es «elaborar unos menús atractivos con unas materias primas con un coste accesible para intentar mantener los precios», como apunta Yagüe, ya que la inflación afecta a todos los productos.