La crisis del coronavirus ha tenido unos efectos prácticamente inmediatos en el servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Aranda. Esta prestación externalizada, es decir, gestionada por una empresa; ha tenido que reducirse un 92% debido a la falta de equipos de protección necesarios para combatir la propagación del COVID-19. De los 272 usuarios que tiene el servicio, actualmente solo se está dando cobertura a 22 personas. Mientras que de las 48 trabajadoras, únicamente cuatro están pudiendo desempeñar su labor. El Ayuntamiento y la concesionaria se han visto obligados a tomar esta decisión ante la falta de mascarillas, batas y guantes.
La concejala de Acción Social, Cristina Valderas, explica que "el problema se debe a que no tienen el material sanitario para la protección de trabajadoras y usuarios, algo fundamental". Sin embargo, en los próximos días la edil espera ir recuperando la operatividad de la ayuda a domicilio. La responsable del área avanza que ya están recibiendo material y con ello lo que van a ir haciendo es "aumentar poco a poco el servicio según van valorando las trabajadoras sociales, según van viendo las necesidades o según van llamando los propios usuarios". En este sentido, la edil destaca que los profesionales del área "cada dos o tres días están en contacto con los usuarios para ver sus necesidades, las demandas, si necesitan aparte teleasistencia, comida a domicilio...".
Como a tantos y tantos sectores de la sociedad, la propagación del coronavirus pilló de imprevisto a los servicios sociales del Ayuntamiento de Aranda. Ante el primer golpe de la nueva realidad y ante la imposibilidad de garantizar una atención segura a todos los usuarios, el Consistorio se vio obligado a priorizar recursos. "Hubo que reducir el servicio a los casos que valoraron las trabajadoras sociales hablando con cada usuario. Se hizo una llamada a cada persona y se comprobaron sus necesidades, si tenía familiares, si tenía familiares cercanos que pudiesen de alguna forma hacerse cargo en estas circunstancias... Se dejó simplemente la ayuda a domicilio a los casos más extremos de aislamiento. La decisión que se tomó, hablando con expertos, fue una decisión totalmente acertada. No se puede tener a las trabajadoras de casa en casa sin protección, por las trabajadoras y por los usuarios", explica la concejala de Acción Social.
Otros casos que se han dado y de los que habla Cristina Valderas son los de beneficiarios que "ellos mismos dijeron que no querían la atención a domicilio, que querían hacerse cargo los familiares para que no estuviese nadie entrando y saliendo en su domicilio". A día de hoy se está atendiendo las necesidades básicas. "Una persona que necesita que la levanten, que la movilicen, aseo…", mientras que "limpieza y ese tipo de cosas se han eliminado", declara la concejala. La responsable del área, una vez están recibiendo equipos de protección, lanza un mensaje a los ciudadanos. Los anima a comunicar a los servicios sociales, Cruz Roja o Cáritas cualquier "necesidad o carencia que detecten".