La Fundación Oxígeno tiene censadas 250 colmenas, un 76% más

I.P. / Burgos
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El norte de la provincia de Burgos concentra el mayor número de estas construcciones populares, un inventario que se pretende sumar al patrimonio etnográfico

Uno de los colmenares que sigue en uso en Terradillos de Sedano. - Foto: Patricia

El inventario de colmenares tradicionales sigue engordando. Hace algo más de un año que la Fundación Oxígeno comenzó una ingente labor para buscar, catalogar e inventariar estas singulares construcciones, un ejemplo de arquitectura popular que bien merece ser conservado y transmitido a las nuevas generaciones. 

La colaboración de apicultores y personas mayores de los pueblos permitió ya datar en mayo del pasado año 142 colmenas de distintos tipos, cifra que se ha incrementado en estos doce meses en un 76%, pasando de ese número a las 250 que en estos momentos están ya inventariadas, después del exhausto trabajo que conlleva comparando fotos, datos y localidades desde donde se remiten para acabar certificando que es una nueva construcción y no está ya repetida, asegura Roberto Lozano, presidente del colectivo que aseguraba que ha sido una buena noticia para celebrar el Día Mundial de las Abejas, que fue el sábado. Además, se sigue trabajando con otro medio centenar de fichas para datarlas porque se calcula que en la provincia pueden contabilizarse más de un millar. 

Las comarcas del norte, tanto Merindades como Sedano y Valle del Rudrón siguen siendo la que más construcciones conservan y en mejor estado, 192, mientras que en la zona sur se tienen catalogadas 19; una decena de ellas en el este y media docena más el centro.  

Por lo que respecta a su uso, desde hace décadas se ha ido perdiendo paulatinamente, pero todavía hay apicultores que siguen produciendo miel en las hornilleras de estos colmenares. La Fundación calcula que serán en torno a un 20 o 25% las que se mantienen en uso. 

Depende de las comarcas, están construidas con distintos materiales, aunque todas orientadas al sol. Mientras en el norte predominan las de piedra con dujos de madera, en la Ribera son edificios de adobe con colmenas de mimbre tejido. En el Arlanza las hay de todos esos materiales, mientras en la Demanda no son edificios, sino cercos de piedra con las colmenas dentro.