El concepto del trabajo está en un proceso de estudio sin precedentes. Los expertos en recursos humanos llevan varios años observando una evolución en la que se están incorporando muchos cambios, especialmente a raíz de la pandemia, donde se observa que el empleado ya no solo busca un salario para vivir con una cierta dignidad, sino que antepone, factores como su realización personal, su familia, ocio y su bienestar frente a una nómina.

Uno de los aspectos que más chocan a los profesionales que analizan esta materia es que los trabajadores más jóvenes ya no se plantean jubilarse en la compañía en la que se incorporaron al mercado laboral, sino que han perdido el miedo a dejar su trabajo con suma facilidad y se puede observar que las nuevas generaciones saltan de empresa en empresa y de proyecto en proyecto constantemente.

De hecho, un reciente estudio publicado por McKinsey sostiene que el 32% de los españoles está considerando dejar su puesto de trabajo en los próximos tres a seis meses y el 21% declara que si no lo hace es por que no puede vivir sin un salario que necesita para pagar sus facturas. Una cifra demasiado alta que pone de manifiesto que el 53% de los empleados están descontentos con la actividad laboral que desarrollan.

Entre las razones que alegan para justificar esta actitud es que no consideran que perciban el salario que se merecen, así como que echan de menos un mejor desarrollo profesional y unos directivos más motivadores e inspiradores.

En cuanto al 47% restante, que afirma estar dispuesto a comprometerse más con sus tareas diarias y con la empresa que le ha contratado, sostiene que tiene la convicción de sentirse valorado, que desarrollará un plan de carrera serio, con incrementos retributivos, mayor flexibilidad y un ambiente saludable, que le ofrezca el sentido de un empleo digno. Es decir, están convencidos de que su empleador mejorará los denominados tres aspectos higiénicos de los que hablan los especialistas en recursos humanos que son el dinero, la flexibilidad y la salud laboral, así como también otro motivador que se refiere a encontrar sentido al trabajo.

Ante la actual escasez de mano de obra que existe en el país y que, según el Banco de España, afecta ya al 35% de las organizaciones y representa una de las mayores preocupaciones de los empresarios, los expertos plantean seguir unas estrategias en las que, en primer lugar, se presente la figura del buenismo, es decir, un jefe preocupado por las necesidades de las personas que tiene contratadas, que sea cercano y esté atento a cómo hacer feliz a su plantilla para fidelizarla, potenciar el talento y mejorar la productividad.

Punto de equilibrio

En este contexto, muchas organizaciones, especialmente las más importantes en volumen de negocio y de personal, llevan tiempo revisando sus procesos de atracción de talento, fidelizando sus plantillas, mejorando la experiencia de sus empleados e intentando encontrar un equilibrio que satisfaga las necesidades y las expectativas mutuas de los trabajadores y los empleadores reformulando un nuevo contrato psicológico, sin perder la filosofía que da sentido a las corporaciones y que se basan en que tienen que ser rentables como fórmula inapelable.

La nueva mentalidad laboral defiende que el trabajo debe ser mucho más que una mera actividad y que los operarios deben sentir la empresa como una parte de ellos.