El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos ha decidido desactivar todas las alarmas que se encendieron desde el momento en que se supo del imperativo legal que mandataba que todas las ciudades de más de más de 20.000 habitantes tuvieran implantada este año una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El Ejecutivo local tiene planificado cumplir con este precepto normativo, pero lo hará de tal manera que, en la práctica, no tendrá repercusión alguna para el tráfico de vehículos hasta el 1 de enero de 2027 y no será hasta 2030 cuando se establezcan las restricciones más severas.
El Proyecto de Bajas Emisiones en la ciudad de Burgos, que el Ejecutivo municipal quiere aprobar este jueves en la Junta de Gobierno y que deberá trasladarse a la Ordenanza de Movilidad para su modificación, mantiene las tres subzonas (Cero, Básica y Ampliada) pero solo contempla que el 1 de enero de 2024 haya restricciones al tráfico en la llamada Zona Cero. Y aquí la repercusión es nula ya que todas las calles que se incluyen en este ámbito son en este momento ya peatonales.
(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)
Burgos Central no tendrá restricciones severas al tráfico hasta el año 2030.