El presidente del Dreamland Gran Canaria, Sitapha Savané, explicó este martes que el club optó por renunciar a jugar la Euroliga esta próxima temporada porque era "un salto casi suicida" a nivel económico pero, por contra, aseguró que trabajarán de inmediato para poder estar en la máxima competición en un futuro y sin "hipotecar" a la entidad.

"El plan, desde ya, es de trabajar ya para dar los pasos necesarios para, cuando se vuelva a conseguir en la cancha, dar el salto a la Euroliga sin que sea, como ahora, un salto casi suicida que pueda hipotecar el futuro del club", manifestó en rueda de prensa.

En este sentido, aportó que decidieron no jugar la Euroliga esta temporada por creer que podía hipotecar la viabilidad a medio plazo del club. "Justo cuando estamos saliendo de dos años con déficit millonario y estamos recuperando el balance económico del club. Pero sí hemos decidido seguir en la Eurocup, y podremos llegar a la Euroliga con un mínimo de garantías en el futuro", aportó.

"La decisión tomada ha sido la más difícil de este tiempo por la ilusión que el equipo, club y afición tenían por volver a jugar esta competición. Lo fácil era decir 'vamos y que sea lo que Dios quiera', pero sería una irresponsabilidad disfrazada de valentía", se sinceró el dirigente grancanario.

Savané aseguró que el club llevaba meses, desde que pensaba que podía ganar la Eurocup, como sucedió finalmente, valorando aceptar o no la invitación de la Euroliga. Y optaron por el no a nivel económico en base, sobre todo, a la cuantía de los viajes y al calendario exigente que conllevaría.

"Nos basamos en nuestra anterior participación, en los gastos de viaje porque estamos en Gran Canaria. Y se pasa de 18 partidos de Fase Regular a 34, con menos días de descanso entre partidos y con semanas de doble jornada de Euroliga, que no dejarían otra opción que viajar en vuelo chárter", comentó.

"Tomando la referencia de Valencia Basket, el club que íbamos a reemplazar en la Euroliga, para poder llegar a estas estimaciones. El presupuesto de viajes del Valencia pasó de 500.000 euros en Eurocup a 1,5 millones de euros en Euroliga. En nuestro caso la subida sería más de un millón de euros. Nuestra previsión era de 2 millones de euros", aportó.

Además, a nivel deportivo, jugar en Euroliga supone un incremento de presupuesto en plantilla. "Fortalecer la plantilla y hacerla más larga para afrontar dos competiciones como ACB y Euroliga conllevaría hacer cuatro fichajes y llegar a 7,5 millones de presupuesto, el del ALBA Berlín que era el más bajo de esta temporada. Y el nuestro es de 5 millones", recordó.

"No hacer ajustes en la plantilla nos condenaría a la senda deportiva de nuestra última participación, que sufrimos en Euroliga y coqueteamos con el descenso en ACB y quedamos fuera del Playoff. Y este dato es el más peligroso para nosotros. Para un club que llega a la Euroliga, para seguir debe quedar entre los ocho mejores y meterse en los 'Playoffs'. Es algo que sólo se ha dado en un caso en la historia de la Euroliga. Y con un recién ascendido y con el presupuesto más bajo, nunca ha ocurrido", manifestó.

Lamentó que los ingresos de jugar la Euroliga estén muy por debajo de, por ejemplo, lo que recibirá la UD Las Palmas por ascender a LaLiga Santander. "El baloncesto no es fútbol. Nuestros amigos de la UD Las Palmas (han subido a Primera) cobrarán entre 50-70 millones por las partidas de LaLiga. De jugar la Euroliga, habríamos ingresado entre 350.000 y 500.000 euros, cuando los gastos subían por encima de los 4 millones", lamentó.

Los mandatarios del club gran canario se congregaron este pasado lunes por la tarde para valorar el informe recabado por parte de la entidad y votaron por unanimidad no participar en la Euroliga, torneo en el que se ganaron el derecho a jugar tras ganar al Türk Telekom de Ankara en la final de la pasada Eurocup (71-67).