«Por suerte no estaba donde dio la bala»

F.L.D.
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Vecinos y trabajadores de la gasolinera de Villagonzalo Pedernales donde ocurrió todo se vieron sorprendidos por una «escena de película» en plena noche

Una bala alcanzó uno de las viviendas colindantes a la gasolinera. - Foto: Alberto Rodrigo

Las balas disparadas por el policía gallego abatido en Villagonzalo no solo dañaron los vehículos de las patrullas de la Guardia Civil que le perseguían. A la mañana siguiente, los agentes que investigan el caso encontraron diversos agujeros en el lavadero de coches, en papeleras, en el suelo... y en las viviendas colindantes. A la vecina de uno de los chalés de la calle Pico San Millán la despertaron a primera hora de la mañana agentes de la Benemérita para informarle de que tenía la marca de un proyectil en su ventana. No se había enterado de nada. 

«Duermo en el piso de abajo y no oí el tiroteo. Cuando llegaron los guardias, vi el agujero de bala en la ventana y que había llegado hasta el techo», comentaba pocas horas después de lo ocurrido la propietaria de esta vivienda unifamiliar ubicada a escasos 100 metros del lugar en el que se atrincheró Óscar Piñón. «Por suerte», añadía, «no dormía aquí». La propia Benemérita reconoció horas después de que las consecuencias del enfrentamiento armado podrían haber sido peores a la vista de las evidencias encontradas. 

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