La TCM sumará otra vía y ya dispone de un nuevo almacén

Ó.C. / Miranda
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El segundo tramo ferroviario servirá para ampliar su capacidad de recibir trenes dentro de 5 meses, mientras que la nave se iba a llenar esta misma semana

El proyecto de la TCM arrancó en Miranda en octubre de 2018. - Foto: Valdivielso

La Terminal de Contenedores Miranda está en pleno desarrollo de su segunda fase. Así lo explica el presidente y fundador de JSV, Antonio Herzog, cuya empresa impulsa esta instalación logística, que arrancó en octubre de 2018 y que cuenta con una conexión diaria con el puerto de Barcelona. Dentro de esta nueva etapa, la TCM ganará capacidad de almacenamiento gracias al pabellón que acaban de construir y a una segunda vía de acceso a las instalaciones, que ya se ha comenzado a ejecutar y «que estará lista a mediados de octubre», detalla el empresario.

Al margen de lo que ocurra dentro de unos meses, la terminal dispone de un nuevo pabellón de 2.000 metros cuadrados dedicado al material siderúrgico. «Se va a llenar esta misma semana, porque tenemos tres trenes pendientes», aclaraba hace unos días el presidente de JSV. Así, la compañía gana capacidad, pero todavía pretenden mejorar esta línea de negocio. Para ello, planean «levantar naves diseñadas exclusivamente para sectores, como el siderúrgico o la alimentación», detalla el empresario, que matiza que no todos los materiales que mueven a través de la ciudad tienen las mismas necesidades en su almacenamiento.

El desarrollo de esa capacidad de acopio dependerá de la evolución del mercado, pero también «de las posibilidades económicas», puesto que las inversiones deben medirlas para garantizar su viabilidad. A este respecto, desde la compañía informaron en un principio que la segunda fase costaría 1,7 millones de euros, aunque el Ministerio de Transportes concedió una subvención de 716.000 euros a JSV para la ejecución de los trabajos.

Con el desembolso general, también crearán la segunda vía para la TCM. Gracias a esta mejora, la terminal podrá recepcionar y tener aparcados dos trenes, en lugar de uno como hasta ahora. Esta semana han comenzado los trabajos para esta ampliación con la mente puesta en octubre. La fecha de finalización tampoco es casual, porque en ese momento empezarán «un proyecto importante para traer remolacha a la Azucarera», avanza Herzog, después de la buena experiencia de la campaña pasada, en la que la industria agroalimentaria comenzó a recibir esta materia prima desde puntos como Huesca por ferrocarril.

La fábrica admitió que la prueba había logrado una buena nota, por lo que planeaban pasar de dos o tres trenes semanales a una unión diaria con Aragón. Herzog detalla que para asumirlo han puesto en marcha los trabajos para la segunda vía, aunque el proyecto no solo depende de la relación con la Azucarera, «porque esa actividad se desarrolla solo durante dos o tres meses al año», explica el presidente de la compañía.

Más conexiones. La temporalidad del transporte de la remolacha hace que la TCM busque otras conexiones. «Tenemos que abrir otros puntos como Valencia o Alicante», indica Herzog, que recuerda que en la capital alicantina «tenemos una terminal propia para conectar las líneas que gestionamos con Canarias y Turquía». Más allá de estos puntos, la compañía también trabaja para establecer relación con otros puertos en Portugal o el de Algeciras.

En cualquier caso, cuando esté habilitada esa segunda vía, en octubre, tratarán de ampliar la carga de mercancías que lleguen o salgan de la zona de influencia de Miranda, de puntos «como el País Vasco, Burgos, La Rioja o Navarra», enumera Herzog. Como base, el impulsor de la TCM ensalza que la instalación permite acortar plazos en el movimiento de materiales hacia Asia, ya que «es mucho más rápido hacerlo por aquí», en lugar de meter la carga en puertos como el de Bilbao, «porque el tren le gana mucho tiempo al barco», afirma. Con esta propuesta, el presidente de JSV ensalza que la terminal de Miranda puede consolidarse «como el puerto seco» para capitales como Barcelona o Alicante.