Una de las principales batallas que está librando desde hace un par de años la Policía Local es contra las tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida fraudulentas. Prácticamente cada semana detectan una con algún tipo de irregularidad, lo que evidencia un problema que no termina de erradicar. Para tener más ojos en las calles, el personal de la Ordenanza Reguladora de Aparcamiento (ORA) colabora con el cuerpo municipal desde hace dos meses. Los empleados que vigilan la zona  azul están muy pendientes de este tipo permisos. 

Pero no solo colaboran con la Policía Local en este tipo de labor. También avisan cuando detectan que un vehículo acumula más de una multa por no poner el ticket de la zona azul, por ejemplo. En este caso, para que los agentes puedan ordenar a la grúa que lo retire. Una práctica, eso sí, que ya estaba acordada desde mucho antes de que decidieran colaborar en la detección de fraudes por los aparcamientos de minusválidos. 

Esta nueva función de 'espías' comenzó hace unas semanas y ya ha empezado a dar sus frutos. El pasado 11 de abril, el personal de la ORA detectó en la calle Guardia Civil una tarjeta para personas con movilidad reducida cuyo titular figuraba fallecido. No solo incumplía la normativa de una manera tan poco ética, sino que, además, el trabajador de la concesionaria de la zona azul advirtió de que ni siquiera había realizado el correspondiente pago para el estacionamiento en el lugar porque carecía de ticket. Por estos motivos, el turismo fue retirado al depósito municipal de Villalonquéjar a través de la grúa. El titular fue horas después a dependencias de la avenida Cantabria, donde se le informó de las consecuencias de este fraude. 

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