La asociación Andando Burgos se opone «radicalmente» a la implantación de hasta 300 vehículos de movilidad personal (VMP) de alquiler en la ciudad. Según la entidad, de prosperar la idea la capital se sumaría a otras muchas urbes «que parecen no haber aprendido y se han dejado arrastrar de un modo bisoño por la moda y los intereses privados». La organización asegura que estos «servicios de movilidad» carecen de las suficientes garantías legales como contratos, seguro o controles, amén de suponer «una agresión a la peatonalidad y a la imagen de ciudad».
Es por ello que reclaman al Ayuntamiento que regule y adecue previamente su estacionamiento en lugares adecuados de la calzada, lo que conllevaría inversiones municipales que deberían dirigirse hacia los auténticos retos de la movilidad sostenible. «Los vehículos de movilidad personal (VMP) de alquiler se dejan allí donde a cada usuario le conviene, o sea, en cualquier sitio.
La naturaleza de su propio funcionamiento lleva a que se desperdiguen y estén por todos lados. Una de las agresiones más modernas y absurdas al espacio peatonal es la de estos patinetes abandonados a la espera de que alguien pague y lo use», denuncian desde Andando Burgos.
Ponen como ejemplo el caso de la ciudad de Estocolmo u otras capitales europeas, donde aseguran que se percibe la «peste» que es encontrarse con «trastos dejados por todos los sitios, en cualquier espacio y a veces tirados en plena acera». Apuntan que en París y en otras ciudades, tras una etapa de enorme caos, han habilitado puntos de estacionamiento ordenado para estos patinetes de alquiler, e incluso han reglado el establecimiento de multas para los usuarios que dejen el patinete en los espacios peatonales, sanciones que son «muy difícilmente denunciables».
«Los grandes operadores de turno que tienen el control tecnológico y obtienen grandes beneficios no tienen ningún problema con los VMP distribuidos por toda la ciudad, aunque estén tirados de mala manera, pues eso acerca más el servicio al usuario potencial», sentencia Félix Martínez, presidente de Andando Burgos.