Burgos vuelve al nivel de vecinos de 2017 por los extranjeros

L.M. / Burgos
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La provincia suma en el primer trimestre 556 habitantes más al padrón, lo que avala rebasar la barrera de los 358.000 ciudadanos por primera vez desde enero de hace seis años. Los nacionales, a la baja

La población extranjera es indispensable para sostener la población de la provincia desde hace años. - Foto: Luis López Araico

Desde que el censo de habitantes de la provincia alcanzó su pico máximo -enero de 2009- la tendencia demográfica ha ido a la baja. Sin embargo, desde hace un año y medio -otoño de 2021- Burgos ha ido poco a poco sumando vecinos. El Instituto Nacional de Estadística dio ayer a conocer el dato provisional a 1 de abril, que deja 358.041 personas residiendo en el territorio burgalés, 556 más que a inicios de 2023.

Se trata del séptimo trimestre consecutivo con los indicadores demográficos al alza, un hecho que provoca que Burgos regrese de facto a los niveles de población de enero de 2017. Por aquel entonces el INE registró 358.416 personas. Pero, ¿qué ha provocado ese revés a la sangría demográfica en los últimos meses? La respuesta se encuentra en la llegada de ciudadanos extranjeros, que ayudan a contrarrestar la inalterable pérdida de población nacional. Tan solo entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este ejercicio se contabilizan 496 españoles menos residiendo en Burgos. Por contra, la comunidad foránea ha crecido en la provincia en 1.052 habitantes. Colombia, Venezuela y Marruecos son los principales orígenes de esos flujos de inmigrantes. 

Esta tendencia no solo se circunscribe a los últimos tiempos: si comparamos la evolución por nacionalidades entre 2017 y 2023, cursos con unos niveles de población muy similares, la diferencia es abismal. Los 334.157 españoles que notificó el INE en la provincia hace seis años son ahora 323.449, 10.708 menos. En cuanto a la población extranjera, los 24.259 residentes controlados por el organismo público en 2017 han pasado a ser 34.592 a 1 de abril, un incremento de 10.333. De este modo, la grave pérdida de habitantes nacionales (-3,2% en seis años) se ha paliado con la llegada de ciudadanos foráneos (+42,6% en ese mismo periodo), que ayudan a evitar que la sangría demográfica se cronifique.

Por edades, el grupo más numeroso en la provincia de Burgos es el de 46 años, con 5.851 censados, según el INE. Como curiosidad, hay 298 burgaleses que tienen 100 o más años, mientras que apenas 2.069 han nacido en los últimos doce meses. Las mujeres son mayoría con 180.803 de los 358.041 habitantes totales, mientras que los hombres se quedan en los 177.238.

Buenos síntomas. Tanto a nivel regional como nacional, el Instituto Nacional de Estadística ha traído noticias positivas en cuanto a la demografía se refiere. La población residente en Castilla y León creció durante en primer trimestre en 377 vecinos, hasta llegar a los 2.382.938. Además de Burgos (+0,16%), Segovia sumó un 0,28%, Soria un 0,08% y Valladolid un 0,15%. Por contra, en Ávila el censo se redujo un 0,03%, en León y Salamanca un 0,12%, en Palencia un 0,06% y en Zamora un 0,24%.

Si tomamos como referencia el conjunto del territorio nacional, España tenía a 1 de abril 48.196.693 habitantes, un 0,28% más que en enero. Se trata del valor máximo de la serie histórica. En los tres primeros meses del 2023 ha logrado sumar 136.916 personas, el grueso, extranjeras: esta comunidad creció en 149.530 individuos, mientras que los nacionales perdieron 12.614 inscritos en los censos. En términos anuales, el crecimiento poblacional estimado por el INE es de 590.184 personas, el más elevado desde 2008.