Las infraestructuras vinculadas al tratamiento y la gestión del ciclo del agua, que incluye la captación, potabilización, distribución para el consumo y recogida y depuración de residuales, no solo necesitan un mantenimiento periódico sino también de una modernización para hacer frente al deterioro y adaptarse a las nuevas exigencias normativas o tecnológicas. Finalizada la etapa de las grandes obras como la ampliación de la depuradora o los depósitos de Cortes, la Sociedad Aguas de Burgos alerta ahora de la necesidad de invertir en sus instalaciones y red para corregir su envejecimiento a pesar de años de superávit en sus cuentas.

Sus técnicos ha elaborado un documento en el que se recogen un total de 66 actuaciones necesarias en un horizonte temporal de 15 años, desde 2024 a 2038, por un importe de 209,7 millones. Sin embargo, se ha establecido un orden de prioridades en base a criterios de urgencia, importancia y estratégica, de modo que las que deben ejecutarse a más corto plazo (entre uno y 5 años) son 43 y requieren 75,9 millones, las de medio plazo son 15 y necesitan 86,2 y las 8 a más largo plazo suman 47,5.

Las inversiones están relacionadas con las redes de saneamiento y abastecimiento, las captaciones y tomas de agua, la estación depuradora de aguas residuales (EDAR), la potabilizadora (ETAP), los laboratorios de análisis, los depósitos de almacenamiento y otras dotaciones técnicas y mecánicas.

(Más información y detalle de los planes, en la edición impresa de este viernes de Diario de Burgos o aquí)