¿Cuál es la salud del cooperativismo en Castilla y León en la actualidad?
La salud es buena, tenemos un cooperativismo fuerte, consolidado y si nos comparamos con el resto de España, podemos presumir de tener unas cooperativas profesionalizadas y dimensionadas. De hecho, de las diez mayores cooperativas de toda España, cuatro son de Castilla y León. Es un cooperativismo fuerte, y vemos como año tras año se va dimensionando y aumentando su facturación y su actividad.
¿Cuáles son los retos que tiene para estos cuatro años que seguirá al frente de Urcacyl?
Teníamos diseñado un plan estratégico del cooperativismo de 2018 a 2023, y ahora tenemos que desarrollar uno nuevo para los cinco años siguientes. Se va a diseñar con la participación de todas las cooperativas, pero hay algunos de ellos que se repiten. El primero es el relevo generacional y la incorporación de jóvenes y de mujeres, que en el caso ganadero estamos encontrando más dificultades por la falta de rentabilidad de las explotaciones y la escasez de mano de obra con una formación más específica. Y también se está promocionando la incorporación de la mujer, donde se intenta que sean las titulares de las explotaciones y que den el paso a la hora de participar de los órganos de gobierno.
A esto se suma el reto de seguir comunicando lo bien que se hace desde las cooperativas en todo aquello que proveemos a la sociedad, en todos esos alimentos donde garantizamos la trazabilidad y la seguridad alimentaria. Y el reto de la dimensión, que en su día estábamos obsesionados, se va transformando en la dimensión adecuada, de manera que cada cooperativa tenga la que tenga que tener para ser eficiente.
¿Qué papel juega la formación en el reto de incorporar a los jóvenes?
Año tras año realizamos jornadas con jóvenes, a los que se forma en diferentes ámbitos y que vemos que se van constituyendo redes de conexión entre ellos. Se está haciendo un esfuerzo por promocionar el cooperativismo y que lo vean como una figura válida que los va a apoyar. También estamos formando a los técnicos de nuestras cooperativas, que hemos conseguido que esté subvencionado, con lo que se logra la profesionalización de las mismas.
¿Cómo es la colaboración de Urcacyl con la Junta?
Las cooperativas tenemos relación con las consejerías de Agricultura y Ganadería, y la de Empleo por tema legislativo. Con ambas la relación está siendo fluida y de alguna manera están siendo atendidas todas nuestras demandas y necesidades, y la respuesta por parte de la administración es rápida y eficaz. Ya lo venía siendo anteriormente, aunque quizás mejor con la de Agricultura que con la de Empleo.
La sequía va a marcar la campaña de este año y puede que las sucesivas. ¿Cómo afrontan las cooperativas esta situación?
Estamos viendo como año tras año las condiciones climatológicas cada vez van siendo más adversas. Esto va a ser un lastre para cooperativas cerealistas cuando vean reducido un porcentaje su cosecha, que ya no me atrevo a decir cifras. Es un año muy complejo, porque todos los precios de los suministros han sido elevadísimos e históricos, y ahora te encuentras con que no vas a tener producción. El sector ganadero se va a encontrar con dos dificultades: no hay pastos y no se pueden importar, y el precio de la alimentación animal va a estar muy caro porque no va a haber. Vamos a depender en cierta medida de lo que es importación, y además con el handicap que va a haber a nivel de transportes. El panorama es difícil para todo el sector.
¿Cuál puede ser el sector más perjudicado?
El sector agrícola se va a ver muy perjudicado, porque solo tiene el seguro agrario que cubre una parte. El ganadero, aquel que dependa de pastos y forrajes va a tener un sobrecoste añadido con unos precios de pienso muy elevados que se podrán soportar en la medida en que las producciones ganaderas no bajen de precio. Esto va en contra de todo lo que vemos en los medios, porque parece que se quiere demonizar al sector primario porque sea el causante de que los precios de los alimentos estén altos. Es que no va a poder ser de otra manera, porque en la medida en que el precio de las producciones ganaderas soporte ese mayor coste, el ganadero va a poder repercutir ese sobrecoste de la alimentación animal. Y que las producciones ganaderas no bajen de precio va a repercutir en la cesta de la compra. Nos vamos a tener que habituar a que la cesta de la compra va a representar un mayor porcentaje de los ingresos de una familia, y si no es así nos vamos a cargar la cabaña ganadera.
¿Cree que las cooperativas pueden estar mejor preparadas para afrontar esta crisis?
Lo que debemos tener en cuenta es que esto ha venido para quedarse, por tanto si que es verdad que vamos a necesitar unas inversiones continuas en todo lo que es modernización y sistemas de regadío, pero también necesitamos un plan hidrológico nacional que combine la parte medioambiental con la de necesidad del agua. Una cooperativa va a estar ahí como paraguas porque en épocas de dificultad de suministros, la cooperativa si va a poder suministrarte todo lo que necesites y también va a velar porque los precios no sean más abusivos de los que el mercado ya pueda marcar como precios altos.