Un paseo referente en la Red de Nivelación de Alta Precisión

G. ARCE
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Técnicos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) incorporan los 4 clavos de nivelación repartidos por el paseo a la Rednap, que recoge 16.500 kilómetros de señales utilizadas en la investigación topográfica

Mediciones de los topógrafos en el hito colocado en el interior del Arco de Santa María. - Foto: Patricia

Se denomina NGV 627 y salvo que uno sea un experto topógrafo, pasa por un gran clavo incrustado y olvidado en un sillar de las paredes interiores del Arco de Santa María. Sin embargo, estamos ante una señal de nivelación de precisión ubicada a 856,93844 metros a nivel del mar y dotada con unas coordenadas geográficas UTM (longitud y latitud) propias en las que se ha tenido muy en cuenta el efecto de la gravedad terrestre.

El clavo en cuestión forma parte de la Red Nacional de Nivelación de Alta Precisión (Rednap), dependiente del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que se prolonga a lo largo de 16.500 kilómetros de señales repartidas por toda la geografía española y cuya función es determinar, básicamente, la altitud de cualquier punto de la misma. Se trata de una referencia clave, hoy apoyada por los satélites y los sistemas de posicionamiento global (GPS), para los estudios científicos, cartográficos, geodésicos y topográficos y, por extensión, para la construcción de grandes infraestructuras como autovías, líneas ferroviarias, embalses y un larguísimo etcétera de realizaciones de nuestro tiempo. 

En El Espolón hay cuatro 'clavos', con sus denominaciones numéricas y su altimetría fijada con precisión de centésimas de milímetro, lo que les confiere un gran valor en los trabajos de investigación. Uno está incrustado en las paredes del Teatro Principal, junto a la entrada a la biblioteca; otros dos en los muros del Ayuntamiento, cuyos datos son visibles en la placa que preside el acceso principal a la Casa Consistorial; y el cuarto se esconde en el histórico arco de entrada a la ciudad vieja.

Juan José y su hermano Ignacio, del IGN, colocaron esta referencia en el Arco de Santa María en el año 2000 en sustitución de las que había en la antigua estación de Renfe.Juan José y su hermano Ignacio, del IGN, colocaron esta referencia en el Arco de Santa María en el año 2000 en sustitución de las que había en la antigua estación de Renfe. - Foto: Patricia

Los cuatro datan del año 2000 y fueron colocados por los hermanos Martínez Mayora, Juan Ignacio (hoy jubilado) y Juan José, responsables de la Unidad Provincial del IGN en Burgos. Su historia es curiosa, recuerda el segundo (que sigue al frente de este organismo del Estado), porque las señales de referencia en Burgos (2 en concreto) estaban y siguen estando en la antigua estación de ferrocarril, el lugar habitual para ubicar estos hitos, dado que la red ferroviaria (también las carreteras) se utilizó históricamente para fijar las altimetrías partiendo de la referencia de la cota 0 para toda España. Esta se ubica en el mareógrafo del puerto de Alicante, donde se mide la altitud del mar y su evolución.

El temor a que el desvío ferroviario de la ciudad llevase a la desaparición de la vieja estación y de sus hitos (como ocurrió en la limpieza de la fachada del instituto Cardenal López de Mendoza, donde había otro junto a la puerta) llevó a los hermanos topógrafos a trabajar en un enclave tan emblemático como El Espolón. 

«Si desaparecía la estación nos veríamos obligados a 'traer' la altura de la ciudad de Burgos desde otro hito ubicado en la estación de Rubena. Por ello, tomamos la altitud en la vieja estación, concretamente de un clavo colocado en la pared de los almacenes aledaños, y la trajimos hasta El Espolón», explica Juan José Mayora.

Esta semana los cuatro puntos fueron localizados con un GPS topográfico, para dotarlos de coordenadas UTM e incorporarlas a la red Rednap, cuyos datos son de acceso público y gratuito. El registro digital incorporará una ficha con los datos, la localización y las fotos de estas señales.

La digitalización se hizo en su día, pero los hitos de El Espolón no constaban en la red pública, por lo que Juan José y Bárbara Domingo, ingeniera en Geodesia y Cartografía burgalesa e integrante de la plantilla del IGN, han repetido la operativa esta semana. 

«Para lograr las precisiones que nos exigen de centésimas de milímetro hay que trabajar muy fino y utilizar un equipamiento muy especializado. Aunque ya se emplean medios informáticos, todavía es necesario un trabajo de campo como el que hacemos nosotros», explica Juan José.

San Millán. El Espolón no es el único referente que utiliza el IGN en sus estudios. Como dato curioso, el punto más alto de la provincia se encuentra en el San Millán, en la Sierra de la Demanda, con 2.131 metros de altitud. Este pico cuenta con un vértice (un cilindro de hormigón de 1,20 metros) de primer orden, referente primario de los 302 vértices geodésicos repartidos por toda la provincia. Todos ellos forman parte del mapa geodésico nacional, que reúne 11.000 de estos cilindros.  

Por contra, el punto más bajo se encuentra localizado en el Valle de Mena, en el cauce del río Cadagua, que se encuentra a escasos 300 metros del nivel del mar. 

El Arco de Santa María no es el único monumento de la ciudad aporta informaciones topográficas. La Catedral, más en concreto su torre norte es un vértice geodésico.

Los profanos en la materia estamos convencidos de que pisamos suelo estable, pero no es así. De hecho, uno de los sismógrafos ubicado en Cantabria, junto a los límites de la provincia Burgos, detecta a la perfección el efecto de las subidas o bajadas de las mareas en el Cantábrico. «La Tierra sube y baja por el peso del agua y lo podemos detectar e investigar...». 

Mapas de calidad. Burgos es una de las provincias que mantiene activa una sede del IGN, ubicada en las dependencias de la Subdelegación del Gobierno. Los dos técnicos que integran este organismo no solo trabajan en la provincia, sino en cualquier parte de España.

Desde 2014, desarrollan, entre otros trabajos, los deslindes de los términos municipales de Castilla-La Mancha, lo que incluye las capitales de provincia y también el resto de los municipios, algunos de un tamaño muy superior a los de Burgos.

Desde 2009 también se realizan trabajos topográficos en la comunidad de Cantabria.

Estos proyectos se compaginan con la atención al público y la venta de publicaciones y de mapas de alta calidad en las oficinas de la Subdelegación del Gobierno.

«Desarrollamos una labor muy importante atendiendo personalmente a toda la problemática que surge en torno a los deslindes», un tema muy sensible cuando median los ingresos de una explotación ganadera, de un coto de caza o de un parque eólico, muchas veces ubicados en los límites de entre municipios. 

Juan José Martínez destaca la ingente cantidad de documentación geográfica española que se puede consultar en la web del ING, un organismo que, en plena pandemia, celebró su 150 aniversario
En la web están disponibles todas las redes nacionales como la geodésica, nivelación, líneas de costas, etc., cuadernos de campo y actas de deslinde con la descripción de sus mojones y las líneas que los unen de todas las líneas límite municipales de España. 

«Es una enorme cantidad de información que además es, por ley, gratuita y de libre y fácil acceso por internet para cualquier usuario y desde cualquier lugar en el mundo».