La falta de costumbre y de tiempo, razones para no vacunarse

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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El Colegio de Farmacéuticos informa por tercer año consecutivo de los beneficios de esta medida preventiva a la población que por edad o enfermedad debe inmunizarse

La receta electrónica permite al farmacéutico identificar que el paciente está dentro del grupo a quien se recomienda vacunarse. - Foto: Patricia

Se llama población diana al conjunto de la sociedad a quien va dirigida una acción en salud pública como la campaña de vacunación antigripal, que acaba de dar comienzo y que tiene como pacientes preferentes, además de quienes tienen razones profesionales para ello, a las personas mayores de 60 o que sufran alguna enfermedad crónica (diabetes, cardiopatías, enfermedad renal), estén inmunodeprimidas o tengan algún trastorno o patología que conlleve disfunción cognitiva (síndrome de Down, alzhéimer). Hace tres años que el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos colabora con Sacyl para impulsar la vacunación entre estos colectivos y lo hace a través de la receta electrónica. «Cuando una persona que está en alguno de esos grupos diana nos da su tarjeta para que le dispensemos sus medicamentos tenemos acceso a un módulo que Sacyl ha habilitado para hacer campaña a favor de la inmunización. Así que le preguntamos si se ha vacunado o no. Si no lo ha hecho le preguntamos si lo va a hacer y si nos dice que no, cuáles son sus razones. Además, resolvemos todas las dudas que pueda plantearnos», explica el presidente de la institución, Miguel López de Abechuco.

Estas acciones realizadas por los profesionales de las boticas, 72.295 en total entre octubre del 2022 y febrero de este año, han permitido tener datos muy ilustrativos sobre el comportamiento de la población ante este acto sanitario. Uno de los más interesantes es que las dos principales causas por las que la gente que tiene razones para vacunarse no lo hace son 'porque no lo han hecho nunca', es decir, porque no tienen costumbre (50%), y por falta de tiempo (17%). En tercer lugar aparecen las dudas sobre las reacciones adversas que pueda tener la vacuna y el miedo a los pinchazos (7% ambas) y, por detrás, una actitud militante antivacunas (5%): «En estos casos, lo habitual es que no dejen mucho margen para escuchar argumentos a favor». Una mala experiencia anterior (4%), dudas sobre la eficacia de la medida y problemas de salud (3%) y alergias (1%) fueron otras de las motivaciones explicadas.

Con los pacientes que refirieron no haberse vacunado aún se hizo pedagogía en 34.314 casos explicando la importancia de la inmunización y 8.962 rechazaron la medida (el 12,3% del conjunto de las personas que acudieron a la farmacia). A los que sí habían ido a su centro de salud (29.019) se les preguntó si habían tenido algún tipo de reacción adversa tras el pinchazo: el 96% dijo que no o que habían sido leves y de entre todas estas personas solo 11 requirieron atención o ingreso hospitalario. 

La campaña de concienciación hizo que en las oficinas de farmacia se llevaran a cabo 365 intervenciones y se dieran 613 consejos diarios. Esto ha ayudado a que creciera la cobertura con respecto a años anteriores, obteniendo cerca de un 68%. «Lo que pretendemos es incrementar la población vacunada, pues se trata de una medida que favorece al conjunto de la sociedad», recalcó el presidente.