50 años del Proceso de Burgos

R.P.B.
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Hace ahora medio siglo que Burgos focalizó la atención internacional. El Gobierno Militar fue el escenario de un proceso contra miembros de ETA que pretendió ser un escarmiento y terminó convirtiéndose en un duro golpe al régimen dictatorial

50 años del Proceso de Burgos

Burgos empezaba a salir, merced al polo de desarrollo, de una apatía casi secular, apuntillada por el lastre racionado y autárquico de tres décadas de dictadura franquista. El rápido desarrollo industrial estaba cambiando el paisaje y el paisanaje de la ciudad, que comenzaba a abrirse al exterior con un tímido orgullo cuando, sin pretenderlo, como un borrón de tinta que súbitamente se escapa de una estilográfica, focalizó la atención de toda Europa. Sucedió en el mes de diciembre de 1970. Hace ahora 50 años. El Gobierno Militar fue el escenario del consejo de guerra a que fueron sometidos 16 militantes de la banda armada conocida con las siglas de ETA. El juicio, concebido como una definitiva advertencia a ese grupúsculo recién nacido que pretendía inquietar e intimidar al régimen dictatorial, acabaría tomando otros derroteros. En esos años, a ojos de una parte de la sociedad española y de la comunidad internacional, aquella ETA despertaba más simpatías que temores. Sus miembros eran considerados poco menos que guerrilleros románticos e idealistas que pretendían zarandear los pilares de una dictadura que parecía que no iba a derruirse nunca. Durante días, Burgos fue una ciudad tomada. Hubo seis condenados a muerte. Diario de Burgos entrevista en las páginas siguientes a uno de ellos, Teo Uriarte. Y recurre a la memoria de quienes vivieron aquellos fríos días de cerca. El Proceso de Burgos, que pretendió ser un escarmiento, fue el principio del fin del franquismo.

 

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