La formación morada ha exigido al Ayuntamiento que elabore un plan de gestión de plagas de los árboles con el objetivo de ofrecer una respuesta inmediata al riesgo que supone la procesionaria. Cada primavera la presencia de la oruga procesionaria en los pinos (Thaumetopoea pityocamapa) entraña riesgo no solo para los humanos sino también para las mascotas debido a que un simple contacto con ella puede causar reacciones en los ojos y la boca provocando hinchazón en la lengua, la boca, el esófago o el estómago. "Esta situación hace que se reduzca el uso de parques y áreas recreativas", indicó Margarita Arroyo. También reclamó que desde el Ayuntamiento se asesore a los particulares que tengan procesionaria en los jardines de sus casas.

Por otro lado, Podemos denunció que el Procurador del Común ha afeado al Ayuntamiento las excesivas exigencias para cambiar los contratos de aguas.