El San Pablo cumplió ayer con su papel de favorito por potencial y plantilla y certificó su pase a la final de la Copa Castilla y León al vencer (78-87) al Grupo Ureta Tizona en el primer derbi local de la historia. Los pupilos de Lolo Encinas tuvieron que trabajarse mucho la victoria ante un rival que  ofreció una buena imagen y demostró que está preparado para competir en la LEBOro.

La igualdad fue la nota dominante del duelo durante toda la primera mitad. El San Pablo logró sobrevivir a la sangría que le provocaba el Tizona en el rebote y el choque llegó empatado al descanso (34-34). Después, el Tizona amenazó con irse gracias a un parcial de 7-0, pero se atascó a partir de ese momento y los azulones cogieron una ligera ventaja que supieron mantener hasta el pitido final (78-87). Gonzalo Corbalán, Miha Lapornik y Adala Moto fueron los más destacados del San Pablo, mientras que Gerard Jofresa se erigió en el líder del Tizona.

Tras este triunfo, el San Pablo luchará por revalidar el título veraniego mañana a las 17.00 horas frente al Zunder Palencia, que también ganó  (93-91) su semifinal al Real Valladolid. Por la mañana, a las 12.00 horas, el Tizona se medirá a los pucelanos en el duelo por el tercer y cuarto puesto.

 Nada más comenzar llegó la peor noticia que dejó la tarde. Apenas habían transcurrido 18 segundos cuando Jacobo Díaz chocó con Luke Fischer de forma fortuita y cayó al suelo con visibles gestos de dolor en la rodilla. El interior se tuvo que retirar y, a la espera de pruebas, todo apunta que tendrá que estar un tiempo fuera de los terrenos de juego.

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