El azar, como el destino, es caprichoso. Por suerte -nunca mejor dicho-, en la Administración de Loterías Yolanda, situada en la calle Concepción Arenal número 5 de Miranda, esta semana han podido contemplar el rostro amable del juego. En esta histórica sede sellaron el boleto ganador de, nada más y nada menos, que un millón de euros. Por tanto, al día siguiente de conocer la noticia estaban radiantes desde primera hora de la mañana, mientras colocaban los carteles con las siete mareantes cifras.

La alegría de los loteros no solo llegó por el prestigio que les dan este tipo de suculentos premios, sino que hacer entrega de un cheque tan desorbitado genera en los propios vendedores una satisfacción inmensa. Como reconocía Noelia Allende, copropietaria de esta Administración, «hace mucha ilusión, esa es la verdad». Asimismo, la mirandesa comentaba que «aunque no sepas a quién le ha tocado, saber que hay alguien a quien le llega un pellizquito está muy bien».

Y es que, al menos durante la jornada de ayer, el afortunado no apareció por la tienda. «De momento no sabemos quién es, porque no ha venido», aclaraba Allende. Según comentaban en su tienda, el caso empezaba a recordar al de otro ciudadano del municipio que ganó exactamente el mismo premio y jamás pasó a recogerlo allí donde lo había sellado. No obstante, aún es pronto y, seguramente, como la suerte, el dueño del millón tarde un poco en personarse.

Una cosa es evidente: el nivel de fortuna con el que ha contado este individuo resulta inmenso. «Con solo dos apuestas, por cinco euros, llevarse un millón no está nada mal», bromeaba Allende (...).

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