El nuevo jefe de bomberos en Aranda ve muy necesario el retén

L.N. / Aranda
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Procede de una familia de bomberos, ejerce de arquitecto y lleva décadas jugando al balonmano. Ahora, Julián Rasero da un nuevo paso en su carrera profesional al asumir la jefatura del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios en Aranda

El nuevo jefe de bomberos en Aranda ve muy necesario el retén - Foto: L.N.

Julián Rasero acaba de asumir la jefatura del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios en Aranda. Defiende que "los bomberos son lo más importante" y aboga por darles "todas las facilidades" para desempeñar su trabajo.

¿Cómo ha sido su aterrizaje?

Los primeros días conociendo a la gente, somos bastantes, aunque no todos los que deberíamos. Hacen falta más bomberos. Estoy poniéndome al día con todos los expedientes pendientes. Ha habido un impasse: el anterior jefe estuvo varios meses de baja y me han llegado todos los expedientes de golpe. Hay que sacarlos poco a poco.

¿Cambio radical?

He trabajado de bombero en la Diputación de Palencia. Es cierto que es un servicio completamente diferente porque las diputaciones funcionan de manera distinta a los ayuntamientos, pero no dejamos de ser un servicio de bomberos. La parte operativa la tengo controlada, pero la burocrática supone un cambio grande. Es donde más me tengo que empapar al principio.

Vengo de familia de bomberos: padre, tíos, primos, cuñado... cuando acabé la carrera de arquitectura sí que me lo planteé, pero también estaba liado con el tema del balonmano, vine a jugar a Aranda, después he dado vueltas por toda España y lo dejé aparcado. Hace cinco años lo retomé. Era un poco mayor para sacarme la plaza porque la prueba física es exigente, pero me veía en condiciones y lo conseguí. Mientras, he ejercido como arquitecto 12 años. Digamos que es una vocación un poco tardía, pero siempre lo he tenido en la cabeza.

¿Cómo se ha encontrado el parque?

Los bomberos vienen de una época complicada porque han tenido conflicto con la antigua alcaldesa y con el anterior jefe accidental. El ambiente era complicado. Yo he tenido la suerte de entrar en un momento que quizá ha sido perfecto. Se ha juntado todo: la nueva corporación, que tiene la intención de limar asperezas, intentar encauzarlo y llevarlo a buen puerto; el nuevo jefe y los bomberos que están con la mano tendida para sacar el servicio adelante. La gente me ha acogido muy bien. También ayuda el hecho de que yo sea bombero. Los problemas que tienen los entiendo porque hace tres días estaba como ellos.

Justo el lunes se anunció un acuerdo para retomar el retén. ¿Qué valoración le merece?

El retén es muy, muy, muy, muy necesario. Sobre todo por el convenio firmado con la Diputación de Burgos, que implica salir a los pueblos de la comarca. Si acudimos a alguna intervención, dejamos a Aranda desprotegida. O sea que es necesario sí o sí. Pero también tenemos que saber que es una medida transitoria, que no puede ser definitiva. La solución final se ha de buscar desde la RPT, hay que aumentar la plantilla. Uno de los problemas que tenemos ahora es la falta de personal. Además, con la cantidad de industria que hay en Aranda, el servicio de bomberos está infradimensionado. Por eso es tan importante el retén.

La parte de prevención está abandonada"

¿Confía en que salga adelante? Porque se ha de aprobar en pleno...

Más que confío, espero. El retén es necesario para el municipio y para el servicio. Estamos hablando no sólo de que se puedan atender dos intervenciones simultáneas, sino también de la seguridad de los propios bomberos. Si hay una intervención compleja, desde aquí tenemos la posibilidad de armar refuerzos para que vengan a ayudarnos. En las salidas ya vamos escasos: el servicio mínimo está compuesto por 5 y uno se queda en el teléfono, así que vamos justos. Por tanto, en aras de la seguridad, el retén siempre viene bien.

¿Cómo está la plantilla? ¿Cuántos efectivos más se requieren?

Ahora mismo somos 21 bomberos, 5 cabos, un sargento y yo. En la RPT se contemplan 30 bomberos. Tenemos que cubrir hasta llegar a esos 30, pero lo suyo sería poder ampliar como mínimo hasta 40. Cuantos más bomberos, más seguridad. Eso tiene que quedar claro.

Sigue sin haber ninguna mujer.

Sí que es cierto que todavía hay ese techo de cristal que cuesta romperlo. Les animo a que se presenten.

¿Qué proyectos le gustaría impulsar en la capital ribereña?

El servicio se divide en dos partes: prevención e intervención. La parte de prevención en Aranda está completamente abandonada. En la mayoría de los parques tienen una rama preventiva para visitas a fábricas, licencias medioambientales, visitas a colegios... Lo suyo sería que, con el tiempo, se cree esa rama de prevención y abordarlo de manera específica. Después, por la parte de bomberos, una vez que haya personal, hay que adaptar todo ese potencial humano a los medios de los que ya disponemos. Habría que renovar el tema de procedimientos, la forma interna de funcionar del parque.

Hay que dar todas las facilidades a los bomberos, desde materiales a económicas"

¿Qué prioridad se marca?

Lo más importante de un servicio de prevención y extinción de incendios son los bomberos. Hay que darles todas las facilidades para que puedan desarrollar su trabajo. Y cuando digo todas las facilidades son materiales, económicas, de descanso... Tenemos la suerte de desempeñar el mejor trabajo del mundo, que es salvar vidas. Están muy implicados en el servicio, pero a nivel económico no se les acaba de reconocer. Se deberían igualar las condiciones al resto de colectivos de Castilla y León.

¿Ve con buenos ojos el consorcio provincial de bomberos?

Lo veo con buenos ojos porque hasta ahora la Diputación funciona con voluntarios de extinción y, por ley, este servicio tiene que prestarse por personal funcionario. Antes o después no le va a quedar más remedio que afrontarlo a la Diputación. Y la manera más sencilla en nuestra provincia es con un consorcio.

La Junta se lleva a Cuéllar la autobomba que anunció para Aranda. ¿Qué opinión le merece?

Es una mala noticia. A nivel forestal, la zona de Aranda depende de Huerta de Rey. Volvemos a lo mismo con el retén: si los bomberos están en un incendio forestal y surge un problema, la ciudad queda desprotegida. Venir de Huerta implica 45 minutos.