Si Rafael la hubiese conocido antes de pintar la Capilla Sixtina, podría haberla tomado como modelo para sus ángeles. «Ruth Arnaiz García Madrigal Esteban» dice su nombre de carrerilla es la niña que, a sus seis años, va a protagonizar la Bajada del Ángel el domingo 31 de marzo, repitiendo así una tradición centenaria que sirve de colofón a la Semana Santa en Aranda de Duero. Rubia, de ojos azules y con una sonrisa pizpireta que contagia alegría. Ese será su papel en el Domingo de Pascua arandino: anunciar con alegría que Jesús ha resucitado.
Después de varios días ensayando en un gimnasio, que no se parece nada al escenario de esta ceremonia teatralizada que se llevará a cabo frente a la monumental fachada de la iglesia de Santa María, tiene tan aprendido su papel que se lo sabe de memoria. «Voy a subir a unas escaleras, me voy a meter en un globo, voy a sentarme en una silla y voy a coger unas palomas. Cuando se abra el globo, voy a soltar las palomas, voy a patalear y cuando me bajen voy a coger el manto negro de María, para que vea a Jesús Resucitado, y luego me quito la corona y voy a seguir pataleando», enumera todos los pasos que tiene que seguir para hacer un Ángel perfecto.
Ruth cuenta con ventaja porque tiene un ejemplo del que copiar. Su hermana Irene fue quien hizo de Ángel en 2019, así que le ha dado algún que otro consejo. «Que tengo que mirar para arriba, para mirar a toda la gente, y sonreír», es una de las recomendaciones que le ha dado su hermana, que también le ha dado un truco para que su vuelo parezca real. «Para que patalee mejor, que haga como si se fuese a dar con los pies en el culo», puntualiza Irene, a lo que Ruth añada un sincero «aunque no me dé en el culo». Porque, y esto lo aseguran las dos, hacer de Ángel cansa porque «es mucho rato».
Esta niña arandina asiste a clases de primero de Primaria en el Colegio Simón de Colonia, donde ya ha hecho público su papel protagonista en el Domingo de Pascua, tanto a su profesora Elena que «me ha dicho que lo voy a hacer muy bien», como a sus compañeros de clase. Si tiene que elegir las asignaturas que más le gustan, apuesta por plástica «porque hacemos cosas divertidas» y lengua «porque me gusta leer cuentos de todo tipo, menos de miedo», aunque no se ha leído ninguno por si acaso. También va a clase en la Escuela Municipal de Folclore, junto a su hermana. Y de mayor le gustaría ser «camarera, profesora de guardería, niñera o policía».
Asegura que no le da miedo estar suspendida en el aire con todo el mundo mirándola desde el suelo. «Sólo me dan miedo los fantasmas y los cabezudos, porque uno pega muy fuerte», remarca orgullosa de su valentía. Lo podremos comprobar en el ensayo del sábado 30 y, con todos los detalles, el domingo 31 a las 12 horas.